El alcalde de València, Joan Ribó, ha aprovechado la visita al Mercat d'Algirós para replicar en la controversia generada por la retirada de una placa en el interior de la Lonja, que tras ser vandalizado el nombre de Rita Barberá no va a ser respuesta. Ribó ha asegurado, al comparar con la inauguración del Mercado del Grao, que "en nuestro código ético ni cortamos cntas ni ponemos placas. Porque son obras de toda la ciudad, no de quien gobierna". El alcalde, de esta manera, dejaba clara las intenciones de no reponer nigún tipo de recordatorio aplicando la predicación con el ejemplo. "Se lo aseguro. No tiene sentido lo de las placas. Eso es para vanagloria del gobernante de turno. Si se hace un mercado, se hace por los impuestos de todos los valencianos. Tendríamos que poner a todos y ochocientas mil personas no caben en una placa".
El Mercat del Grao está pendiente de su reapertura tras una reforma integral que está convirtiendo un entorno degradado en un espacio sociocultural y, a la vez, mercantil. El concejal Carlos Galiana ha asegurado, en ese sentido que, "seguero, seguro, se pondrá en marcha este año. Y será importante porque entre el Mercado, Las Naves, La Marina, el Museo de Semana Santa... entendemos que esa zona se puede convertir en un espacio de atracción, con mucha importancia y movimiento" y apostilló que "si hay una cinta que cortar, me gustaría que la cortaran esos cuatro vendedores que han aguantado allí".
No fue la única crítica al pasado. La visita al Mercat d'Algirós se cursa con motivo de las obras de reparación del fojado y la impermeabilización para evitar filtraciones. Y que van a obligar, por ejemplo, a que varios puestos de pescadería se trasladarán a la calle la próxima semana mientras duren las obras.
El de Algirós está considerado como la "joya de la corona". Pese a no ser un espacio céntrico, la oferta y variedad de puestos, y la propia calidad del producto, lo tiene situado como un extraordinario mercado, equilibrado y con ambiente. Peor ahora necesita un complejo proceso de reforma, para el que hay presupuesto más de medio millón de euros.
Ahí es Galiana donde acusó al anterior gobierno muncipal del PP de que "cuando llegamos en 2015 el presupuesto para reformas de todos los mercados de València era de 250.000 euros. Teníamos unos mercados totalmente dejados y todos sufren las mismas patologías. Este gobierno ha ido apostando por los mercados y rehabilitándolos", aseguró en alusión a los diversos proyectos de mejora desarrollados en los mercados de Russafa, Benicalap, Natzaret, Castella, Rojas Clemente, Sant Pere Nolasco o el mismo Algirós. El siguiente paso es "un plan de modernización de las instalaciones de aire acondicionado, que tienen una media de entre 20 y 30 años y se deben adaptar a la normativa actual de eficiencia energética".
