Hacía tiempo que Neptuno no se veía rodeado de tanta gente: ni siquiera en la Ofrenda a la Virgen de Fallas se arremolinaron tantas personas en torno a esta fuente que ayer vio cómo volvía parte de su normalidad: las tradicionales ‘danses’ de los grupos de baile federados de los municipios valencianos tomaron la Plaza de la Virgen desde las seis y media de la tarde, en una coreografía casi sin descanso que se alargó hasta más allá de la media noche, retomando la agenda de actos que desde hace años se organiza por la festividad de la Mare de Déu dels Desamparats.
Alrededor del centenar de bailarines que llenaban la plaza, entre entre y cuatro filas de público se apelotonaba para ver de cerca el espectáculo. Los amigos y familiares de los bailarines tenían tomadas las primeras filas; los turistas, viandantes y aquellos que tan solo pasaban por allí se quedaban en las últimas filas debatiéndose entre la sorpresa y la emoción. Para los extranjeros, resulto casi exótico ver cómo una de las principales explanadas de la ciudad era presa de unas danzas tradicionales, mientras que aquellos que ya las conocían sonreían porque, de una forma o de otra, el sonido de la Dolçaina i elTabalet a todos nos resulta familiar.
A las ocho de la tarde la actividad cesó. Fue el momento dela Salve en la Basílica mientras el ‘Vol de l’Ave María’ sonaba desde el campanario del Micalet, que anuncia tradicionalmente la fiesta para los fieles.
La agenda se retomó a las once de la noche con el concierto de la Banda Municipal de València donde sonaron canciones como la Correguda de Joies, ¡València, Canta! y el Himno, todo ello antes de encender la mecha del castillo de fuegos artificiales, disparado por la Pirotecnia Tamarit, en elCauce del río Túria.
Pasadas las doce y media se retomaron los bailes, esta vez por parte de los grupos de la ciudad de València y el recital delCant d’Estil.
Todas las actividades sirvieron ayer para dar paso al gran día, hoy, cuando la Basílica ha abierto sus puertas a las 3:30 de la madrugada. La gente, según anunció el Arzobispado, entraría de forma gradual para evitar las aglomeraciones y a las 5 de la mañana tendrá lugar la Misa de la Descoberta, previa a la esperada eucaristía d’Infants de las ocho, que dará paso al traslado.
