Resurge el proyecto de rehabilitación del antiguo Colegio de San José

El proyecto para reconstruir el histórico colegio y destinarlo a dotación asistencial privada pendiente de la resolución del recurso contencioso

El Colegio de San José con el solar que antes fue su acceso principal y ahora es municipal destinado a ampliar el Jardín Botánico

El Colegio de San José con el solar que antes fue su acceso principal y ahora es municipal destinado a ampliar el Jardín Botánico

El proyecto de rehabilitación integral del antiguo Colegio de San José para convertirlo en una dotación asistencial privada impulsado por la Compañía de Jesús (Jesuitas) que el anterior gobierno progresista rechazó por no considerarlo de interés resurge tres años después. La compañía, propietaria del histórico edificio del colegio, reconocible en la esquina de la avenida Fernando el Católico con el paseo de la Petxina, presentó un recurso contencioso-administrativo contra la denegación de la licencia por parte del anterior gobierno y, a falta de que la justicia resuelva, el proyecto se mantiene vivo.

Fuentes de la compañía confían en un cambio de sensibilidad hacia el proyecto por parte de los actuales responsables de la Concejalía de Desarrollo Urbano, con Juan Giner, del PP, al frente. No se trata de especular, aclaran fuentes de la Compañía, sino de adaptar los usos de un edificio a la realidad social. El antiguo Colegio de Jesuitas acoge ahora el Centro Arrupe, pero en gran parte está sin uso. La intención de los promotores del proyecto es obtener una calificación "múltiple" para la manzana, ahora calificada como de uso dotacional educativo para poder destinar destinar los distintos edificios a otros usos más ajustados a las necesidades de la ciudad, donde hay un claro déficit de plazas de residencias de ancianos. Un trámite relativamente sencillo que el Ayuntamiento de Alicante ya ha autorizado en otros edificios de la Compañía.

La Compañía inició hace varios años las obras de rehabilitación de la iglesia de estilo neobizantino del Colegio, que presenta grietas y problemas estructurales y donde ya se han rehabilitado en varias fases, a través de financiación privada y donaciones, la cubierta, el suelo y las vidrieras.

El Colegio de San José se construyó, según proyecto de Josep Quinzá, en 1879, aunque lo acabaría de construir Joaquim Maria Belda. Se trata de un edificio de planta abierta, en el que sobresale la capilla de estilo neobizantino obra también de Joaquín Belda. La planta del colegio era simétrica, en origen en forma de «U», con dos alas laterales y la capilla en medio (lo que le confería la imagen original de tridente).

El Colegio de San José en los años 50 con su estructura original en forma de tridente

El Colegio de San José en los años 50 con su estructura original en forma de tridente / C.J.

Su acceso principal original recaía al actual paseo de la Petxina y estaba presidido por un frondoso jardín, con una alameda a la entrada que servía a la vez de separación entre la carretera y el edificio. La fisonomía del colegio de Jesuitas se vio muy alterada con los planes urbanísticos de 1946 y 1966. El colegio fue objeto de varios derribos y además se segregó y vendió el jardín, al que los planes urbanísticos asignaron edificabilidad.

Los Jesuitas trasladaron entonces el colegio a los terrenos adquiridos en la salida de Ademuz, donde los arquitectos Borso di Carminati y Rafael Contel construyeron en 1962 un moderno complejo educativo con amplias y entonces modernas dotaciones deportivas, incluidas una piscina olímpica.

La excesiva edificabilidad asignada a la manzana de Jesuitas, anexa al Jardín Botánico, fue rectificada a la baja con el plan general del primer gobierno democrático, rebajándola a más de la mitad. Los acuerdos de permuta que el gobierno municipal de Rita Barberá, instado por el colectivo vecinal «Salvem el Botánico», llevó a cabo con los promotores que habían comprado el suelo permitieron liberar los terrenos del hormigón. En 2013 se firmó el acuerdo con Expogrupo para trasladar la edificabilidad de Jesuitas a la avenida Aragón. Sin embargo, el solar de Jesuitas, de titularidad municipal, sigue hoy sin urbanizar y mientras el nuevo gobierno decide si lleva adelante el proyecto del jardín de huerta firmado por el arquitecto Carmel Gradolí, que ganó el concurso de ideas convocado por el anterior gobierno, están ocupados por decenas de chabolas.

La ampliación del Botánico y la reordenación de la manzana de Jesuitas para convertirla en un gran isla verde, a futuro, conectada con el Jardín del Turia ha entrado en vía muerta.