El monasterio de la Roqueta vuelve a la casilla de salida

El monasterio de San Vicente de la Roqueta ha vuelto al punto cero en lo que a usos se refiere. Tras su rehabilitación integral hace ya casi una década, el Ayuntamiento de València, propietario del edificio, ha decidido parar los planes del anterior equipo de gobierno al menos en lo referido al traslado de oficinas de las concejalías de Cultura y Fiestas. El documento aprobado en la última Junta de Gobierno Local mantiene las previsiones para la plana baja, que estará dedicada íntegramente a la figura de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad, y deja sin efecto los planes para las plantas primera y segunda, donde se iban a instalar las citadas oficinas. Al parecer, los servicios afectados por el traslado han preferido, tras las consultas pertinentes, marcharse a otro edificio municipal. Por tanto, la idea ahora es repensar los usos para esas dos plantas y adecuar el edificio según la decisión que finalmente se adopte.

Al parecer, los servicios afectados por el traslado han preferido, tras las consultas pertinentes, marcharse a otro edificio municipal

Un monumento

El monasterio de la Roqueta, situado en la calle de San Vicente Mártir, muy cerca de la Plaza de España, tiene 3.034 metros cuadrados de superficie construida, más un gran claustro abierto a cualquier actividad al aire libre. El Ayuntamiento de València lo compró en el año 1986 para salvarlo de la piqueta y después de décadas de abandono fue rehabilitado entre enero de 2016 y mayo de 2018. Posteriormente, entre octubre de 2019 y junio de 2020, se realizó la excavación arqueológica pertinente, que arrojó luz sobre el edificio, pero que no dio con los restos del mártir, cuyo cuerpo se cree que está enterrado en este punto.

Con posterioridad, en marzo de 2021 se aprobó una moción de alcaldía por la que se destinaba la Roqueta a "edificio municipal de servicios culturales", dejando la planta baja para todo lo relacionado con San Vicente Mártir, es decir, recepción, tienda, centro de recepción de peregrinos, centro de interpretación y sala multiusos. Y en abril de 2022 se aprobó el inicio de actuaciones para la adaptación del edificio a esos menesteres, proceso que aún estaba en marcha.

Replanteamiento de los usos

El cambio de gobierno, sin embargo, ha provocado un replanteamiento de esos usos. Y el paso viernes, en la Junta de Gobierno Local, se aprobó un documento por el que se decide mantener las obras de habilitación del edificio, pero con cambios. En principio, se mantienen los planes para la planta baja, que seguirá dedicada al mártir, y se habilitan las plantas superiores "para uso genérico de oficinas municipales, pendientes de asignación a concretos servicios municipales". Es decir, se deja sin efecto lo aprobado en 2021 respecto a la distribución de los espacios, que iban a ser destinados a las concejalías de Cultura y Fiestas.

Fuentes municipales han negado que el proyecto barajado para estas plantas sea una "ventanilla única" de atención al público. Las únicas dos ventanillas únicas que hay en la actualidad, añadieron las fuentes, son las de hostelería y la recientemente abierta para atender a los damnificados del incendio de Campanar.