Aumenta el número de personas que pernoctan junto a la comisaría de Abastos de València

Los vecinos del barrio piden la intervención de Servicios Sociales para dar una solución a las personas sin hogar que se concentran en los alrededores de la comisaría y zona infantil del antiguo mercado

Cartones preparados para pasar la noche junto al parque biosaludable de Abastos

Cartones preparados para pasar la noche junto al parque biosaludable de Abastos / Levante-EMV

Marina Falcó

Marina Falcó

"Acabo de ver a una mujer subsahariana limpiando con escoba el lugar donde duerme. Conmueve". Así narra un vecino del barrio de Abastos de València la situación de la que es testigo desde hace tiempo. De cómo, poco a poco, el número de personas que pernoctan en la calle junto a las instalaciones del instituto y de la comisaría de Policía Nacional va aumentando. No es algo nuevo. Las personas sin hogar que han establecido su punto de referencia en este complejo llevan muchos años sobreviviendo a unas calles que en demasiadas ocasiones, muestran su cara más violenta contra quienes luchan por resistir a unas circunstancias verdaderamente adversas.

Precisamente una falsa sensación de seguridad es lo que ofrecen las instalaciones del antiguo mercado de Abastos. A plena luz del día, coincidiendo con la hora del parque de los más pequeños, puede contarse en el lugar alrededor de una docena de hombres y mujeres. Los hay tumbados sobre colchones o sentados en cartones, charlando entre ellos mientras cuidan de sus pertenencias y del pequeño emplazamiento que les sirve de anclaje al mundo.

Los voladizos y pasajes que discurren por la estructura y alrededores del antiguo mercado ofrecen un pequeño resguardo de las inclemencias meteorológicas y algo de intimidad en una vida expuesta a los ojos ajenos.

Más de una docena de personas sin hogar se concentran en los alrededores de Abastos a plena luz del día

Más de una docena de personas sin hogar se concentran en los alrededores de Abastos a plena luz del día / Levante-EMV

Una convivencia "difícil" con los vecinos

"Nunca he tenido la sensación de peligro o inseguridad y no he presenciado ni vivido ningún enfrentamiento, sin embargo es cierto que en los últimos meses los malos olores y las peleas entre ellos son complicadas", explica Laura una vecina que vive en el barrio desde hace cuatro años.

Preparados para pasar la noche en el lateral de la calle Pintor Navarro Llorens

Preparados para pasar la noche en el lateral de la calle Pintor Navarro Llorens / M. F.

Tanto ella como otros residentes de la zona que hacen uso del parque infantil que se encuentra dentro del complejo en la parte de la calle Alberic explican que, aunque estas personas sin hogar hacen un esfuerzo por mantener limpia la zona (veáse la mujer que barría el trocito de calle), muchos utilizan los alrededores como improvisados urinarios con lo que los olores se tornan casi insoportables. También los hay que sufren evidentes problemas de alcoholismo por lo que los restos de botellas vacías también forman parte del paisaje.

"Es una situación muy complicada de abordar pero los servicios sociales o alguna institución debería dar una solución a las personas que viven esta precariedad", razona el vecino de Abastos quien, además se muestra soprendido por el elevado número de personas que forma parte ya de este improvisado campamento "hace ya años que sucede pero nunca lo había visto tan evolucionado".

No es de extrañar en una ciudad en la que según los últimos datos registrados por el Ayuntamiento de València se han contabilizado un total de 837 personas, de las que 366 están en albergues o pisos tutelados y 471 en situación de calle. El III Censo Nocturno de Personas sin Hogar arrojaba que desde 2021, 83 peronas más tenían que sobrevivir en las calles de la ciudad.