La inmovilización de un artista callejero en València incendia las redes

Jeff Cyrus, que 'danza' subido a un aro en la Plaza de la Virgen, lamenta haber sido tratado "como un criminal"

La Policía Local le decomisó el altavoz tras comprobar que no tenía licencia para pinchar música en este espacio

La inmovilización de un artista callejero en Valencia incendia las redes

ED

El artista callejero Jeff Cyrcus ha denunciado en sus redes sociales que hace varios días la Policía Local de Valencia le aplacó violentamente por no querer entregar su altavoz, que en ese momento no estaba en uso.  

Con un texto titulado “El arte callejero no es delito”, Jeff, que suele 'danzar' calmadamente subido a un aro un par de veces por semana en la Plaza de la Virgen, cuenta que los agentes intentaron quitarle sus pertenencias sin su consentimiento mediante la maniobra de inmovilización que se observa en el vídeo

Los agentes, que tienen una decena de reclamaciones de vecinos por molestias de ruidos en la zona, acudieron a la plaza y comprobaron que Jeff no contaba con permiso para poner música, por lo que le decomisaron el altavoz, que el artista circense deberá recoger previo pago de una tasa. 

Sin embargo, la actuación ha levantado mucho revuelo en las redes sociales, donde se multiplican los comentarios –más de 2.000 solo en Instagram– en apoyo al artista, pero también de quienes llaman a respetar la labor policial. “Trato de comprender que ellos como policías solo están siguiendo órdenes de algo que está por encima de ellos”, reconoce el propio Jeff en su mensaje, lamentando aún así que se le haya tratado “como a un criminal”. 

Lo cierto es que la suya no es la primera denuncia realizada por un artista callejero en la capital del Turia. El valenciano Borja Catanesi, designado en 2018 el mejor músico callejero del mundo, fue multado ese mismo año cuando interpretaba Entre dos aguas en la zona ubicada entre la plaza de toros y la Estació del Nord. La Policía le impuso 500 euros y le confiscó la guitarra, el amplificador y los pedales; y Catanesi tuvo que emigrar a Países Bajos para desempeñar su arte.