Un afrodisíaco que desencadena orgasmos espontáneos con sólo olerlo

El afrodisíaco femenino más potente que existe es un hongo y su capacidad de estímulo es tan fuerte que muchas mujeres experimentan orgasmos espontáneos sólo con olerlo.

Parece de chiste, pero así se desprende de un estudio que se realizó hace más de 20 años y que se publicó en la revista International Journal of Medicinal Mushrooms. Desde entonces, los análisis farmaceúticos sobre las capacidades de esta seta parecen no cesar, aunque también hay quien dice que todo es una completa invención de los supuestos descubridores de este hongo del placer.

El hongo capaz de desencadenar orgasmos

El especimen en cuestión pertenece a la familia Dictyophora y sólo crece en Hawai, concretamente en coladas de lava con una antigüedad de varios siglos. Precisamente allí, Don Hemmes, profesor emérito de Botánia en la Universidad de Hilo, le ha puesto nombre al hongo al apuntar que se trataría del Phallus cinnabarina.

Según el análisis que se publicó en la citada revista internacional y que fue realizado en 2001 por John Holliday y Noah Soule, "casi la mitad de las mujeres que participaron en el estudio -tomaron parte 19- experimentaron orgasmos espontáneos al oler el hongo".

Esto es así, defienden sus presuntos descubridores, porque "los componentes volátiles de las esporas pueden tener ciertas similitudes con los neurotransmisores que se activan durante el encuentro sexual".

Olfato y apetito sexual

Es sabido que algunos hongos del mismo género al que pertenece este potentísimo afrodisíaco están muy relacionados con la sexualidad en diferentes culturas. De hecho, se trata de una especie que desde siempre ha sido objeto de observación y estudio por sus formas caprichosas y, en ocasiones, por su nauseabundo aroma.

Muchos describen su olor como una pestilencia similar a la del pescado o la carne en putrefacción; otros, hablan directamente de la misma fetidez que desprendería un cadáver en descomposición.

No es de extrañar la relación entre el olfato y la sexualidad, puesto que el primero es uno de los sentidos más poderosos de los seres vivos. Es evidente su función a la hora de la reproducción de los insectos y de las propias plantas, pero no está del todo claro cómo afecta al ser humano.

El poder de las feromonas es obvio en muchos mamíferos: el macho sabe cuándo la hembra está en celo por el olor que esta desprende, pero no está tan claro cómo afectan a las mujeres y si realmente hay algo capaz de desencadenar orgasmos espontáneos sólo con un aroma.

Búsqueda del hongo afrodisíaco

El hecho de que los autores de aquel estudio no aportasen fotografías ni otras comprobaciones científicas, indispensables hoy para calificar un artículo de riguroso y confiable, levantó las sospechas de muchos, entre ellos Cristie Wilcox, reportera de National Geographic.

La periodista acudió con su novio al lugar donde supuestamente crece este potente afrodisíaco femenino y, una vez localizaron la seta, se dedicaron a olerlo a diferentes distancias y a analizar sus reacciones.

La conclusión de la reportera es que el hongo, más que despertarle el apetito sexual, le levantaba la boca del estómago hasta el punto de que su aroma le ocasionaba unas terribles náuseas. Ni ella ni su pareja sintieron ningún tipo de deseo sexual, y menos aún orgasmos espontáneos al oler el hongo.