Almudena Cid recuerda uno de sus momentos más felices

El perfil de la gimnasta ha sido uno de los más visitados en las redes sociales tras conocer que su exmarido, Christian Gálvez, y Patricia Pardo están esperando un hijo

Cid atesora uno de los hitos en la historia de la gimnasia rítmica

Sonia Castillejo

Mucho se está hablando de Almudena Cid en las últimas semanas. No directamente por ella, sino por su exmarido Christian Gálvez, quien anunció recientemente que está esperando un hijo junto a su actual pareja y presentadora Patricia Pardo, con la que se casó hace ahora un año. Aunque nunca ha habido una versión oficial, son muchos los rumores que apuntan que la maternidad podría haber sido uno de los motivos de la ruptura de la gimnasta con el presentador tras once años de matrimonio.

La olímpica nunca ha escondido los duros momentos que atravesó tras la ruptura con Gálvez, de la que ha hablado en múltiples entrevistas, aunque siempre de forma comedida y compartiendo cómo atravesó ella este periodo de su vida, pero sin dar detalles de las causas reales de su separación. Su última intervención la ha hecho hace pocos días en el podcast 'Lo que tú digas', donde ha compartido las enseñanzas que le ha dado la vida gracias a sus experiencias vitales tanto profesionales como personales.

Importancia de cuidarse

De hecho, Cid explicó que ha aprendido la diferencia entre sacrificio y esfuerzo, dos términos que para ella siempre habían sido sinónimos. Relató que siempre había creído que el sacrificio "merecía la pena" porque "había un premio". En su caso, la competición la llevó a vivir distanciada de su familia, pero este sacrificio le regaló una exitosa carrera deportiva. "Lo he trasladado a la vida personal, pero ahí hay hostión -, comentaba la deportista-. Por eso, siempre he creído que el esfuerzo era un sacrificio. Y son diferentes".

Además, en su intervención, reiteró -lo ha hecho ya en varias ocasiones- la importancia de preocuparse por uno mismo y del autocuidado.

Recuerdos felices

Sin embargo, Almudena Cid es hoy noticia por uno de sus recuerdo más felices, que ella misma ha querido compartir en sus redes sociales. En este caso, como en muchos otros, es su carrera profesional la que más alegrías le ha dado a lo largo de su vida. Cuando todos esperaban que reaccionara a la noticia de la paternidad de Gálvez, la deportista ha sorprendido con un mensaje completamente diferente.

Y es que ayer se cumplían, nada más y nada menos, que 27 años de su primera final olímpica en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, un momento que ha querido resaltar compartiendo el ejercicio de pelota que le permitió competir con las mejores en la final.

Ésta no fue la única final olímpica en la que participó; fueron tres más: en Sidney (2000), Atenas (2004) y Pekín (2008). Aunque la española no consiguió nunca una medalla olímpica, alberga el hito de ser la única gimnasta de rítmica en participar en cuatro finales olímpicas. No es nada fácil mantenerse en la élite de la rítmica durante, nada más y nada menos, que 16 años; sólo ella lo ha conseguido.

Tal fue su pasión por la gimnasia rítmica y, en especial, por los Juegos Olímpicos, que en su despedida la deportista dejó una de las imágenes más icónicas de su deporte: un beso sobre el tapiz de Pekín que quedará grabado para la historia.