A Laura, le diagnosticaron con 11 años un osteosarcoma en el fémur derecho (un cáncer que ataca a los huesos). Estuvo casi 19 meses recibiendo quimioterapia para superarlo y con 18 años le dieron el alta. Aunque han pasado veintitrés años desde la última vez que la quimio pasó por sus venas, Laura ha pagado de mayor el precio de ser una superviviente de cáncer infantil: hasta en tres ocasiones se ha sentido discriminada por bancos, aseguradoras o la propia administración que le han negado servicios solo por haber pasado un cáncer. Es una de las miles de personas de España que se va a beneficiar del llamado "derecho al olvido oncológico", el no tener que explicitar si se ha pasado por la enfermedad cuando ha pasado un tiempo, medida que ha prometido el Gobierno central para este verano.