Decenas de voluntarios recogen las bolitas de plástico llegadas a playas de Galicia y País Vasco. Una a una, con una paciencia infinita en los arenales. Una tarea que va cambiando cada día y a la que ya se han sumado drones y cuadrillas contratadas.
Última hora
Un camión se incendia en la A-7 a la altura de Rafelbunyol
Crisis medioambiental