La X Fira de Sant Andreu convertirá la vila de Almassora en un poblado medieval por el que transitarán miles de personas durante el próximo fin de semana. El principal aliciente estriba en un programa que incluye 32 actos distribuidos en apenas dos días en los que los propios vecinos serán los protagonistas. Tal como recordó ayer la concejala de Cultura, Nuria Felip, durante la presentación de la muestra, la Fira es una herramienta indispensable "para dar mayor repercusión" a Almassora, que este año contará con una subvención de la Diputación de Castelló.

Felip estuvo acompañada en la presentación por el alcalde, Vicente Casanova, y un representante de la empresa La Fragua de Vulcano, Alberto Almagro, en la que el consistorio ha confiado un año más la recreación de la villa. Almagro insistió en el potencial histórico que exhibirá la localidad durante el fin de semana. Una gran exposición sobre la orden del Temple y un campamento militar situarán a los visitantes en épocas remotas.

Según las mismas fuentes, la novedad absoluta será "el zoco árabe, que permitirá vivir la cultura y el patrimonio". No en vano, los vecinos y los visitantes que recorrerán la muestra se encontrarán con una representación del proceso de adiestramiento que vivió el rey Jaume I, todo enmarcado con las viviendas, la mampostería y la sillería propias de la época.

El primer edil incidió en el impulso económico y turístico que supone para Almassora y, concretamente, para el casco antiguo, la elaboración de esta feria que data de 1398, cuando el rey Martí l'Humà autorizó la celebración de la muestra, que en sus orígenes duraba 22 días. Al margen de los espectáculos y exhibiciones, la feria resulta un escaparate de excepción para la venta de productos artesanales y de la gastronomía local, que los visitantes podrán adquirir durante dos días.

Además, en esta ocasión cobrará especial protagonismo la participación de varias asociaciones locales. Los tambores del Cristo, los Moros d'Alqueria y la Unión Instructivo Musical La Esmeralda acompañarán al Santo Grial desde la plaza Pere Cornell hasta la estatua del rey Jaume I el sábado a partir de las 19 horas. A su llegada, bailarinas locales deleitarán a los espectadores con un desfile de danzas orientales. La apertura del mercado tendrá lugar a las 12 horas con la presencia de los maestros templarios. Tras un descanso para el almuerzo, la vila abrirá de nuevo sus puertas por la tarde con una exhibición de halcones, el pasacalle de un bufón, danzas y faquires.