Hace cuatro meses el Castellón, tras la etapa de Ramón Calderé y el cambio de entrenador que dio paso a la etapa de Kiko Ramírez, estaba dando bandazos de diestra a siniestra hasta que le tocó jugar contra el Elche Ilicitano en la Ciudad Deportiva Díez Iborra. Partido complicado. Se jugó la tarde de un domingo 8 de noviembre pasado. El partido no pudo arrancar peor. En el minuto 27 el filial franjiverde ya dominaba por 2-0 y para los albinegros las pintaban calvas. La segunda parte fue espectacular. Entre tarjetas amarillas, rojas y postreros goles castellonenses que dejaron el 2-3 final. Y a partir de ahí, llegaron siete triunfos consecutivos que acabaron de instalar al equipo de la capital de al Plana en los puestos altos de la tabla. Quién sabe si este domingo el Elche Ilicitano vuelve a ser talismán para el Castellón.

Es cierto que los muchachos que entrena Kiko Ramírez ahora arrastran dos derrotas consecutivas y que escoció y mucho el traspié del domingo pasado en el campo del Orihuela (4-2), a pesar que el desastroso encuentro se quiera maquillar con los dos goles del segundo tiempo. Pero ganar el filial del Elche el domingo igual significa una inyección de morar que reanime a la escuadra capitalina y después engancha una racha similar a la de entonces, que sin duda alguna le permitiría asegurarse una de las cuatro plazas que dan derecho a disputar la fase de ascenso a Segunda División B.

Por aquel entonces, tras superar al Elche Ilicitano por 2-3 (goles de Guille Vázquez, Charly Meseguer y Antonio Martínez, los dos últimos en los minutos 91 y 93), llegaron los triunfos locales frente al Crevillente, Torre Levante, Buñol, Remcabios Colón y Rayo Ibense, así como las victorias forasteras en Benigànim y Paterna. El domingo puede arrancar otra gran racha para los albinegros.