Una familia ha denunciado a la inmobiliaria de l'Eliana a la que adelantó 130.000 euros para comprar una parcela, por quedarse este dinero pese a que la operación finalmente no se llevó a cabo.

En septiembre de 2007 Jordi y su mujer decidieron cambiar de casa y se dirigieron a una inmobiliaria atraídos por el anuncio de un chalé que resultó ser demasiado caro para sus expectativas. Pero la inmobiliaria les ofreció la posibilidad de construir otro a su medida en otra parcela. Tras muchas visitas de un comercial asegurando la viabilidad de la operación y, según denuncian ahora, ganándose su confianza gracias a la amistad que les unía, decidieron tirar adelante. "Nuestro error fue confiar en la palabra de las personas que nos enredaron en un contrato abusivo".

Según el matrimonio, la inmobiliaria minimizó el riesgo de la operación y la dificultad de vender en un año su actual casa, con la que pagarían parte de la nueva. "Nos animaron con su compromiso de que compartirían las dificultades que presentara". Pero, entregados a cuenta los 130.000 euros, gracias a un crédito puente y antes de que las máquinas se pusieran en marcha, la pareja y la empresa vieron que iba a ser difícil vender el viejo chalé. La inmobiliaria sólo había conseguido traer un posible comprador en tres meses, y no había intervenido sobre la parcela, por lo que tampoco hizo ningún gasto.

Ambas partes decidieron parar la operación. Según Jordi, la inmobiliaria le aseguró que intentaría vender la parcela -que no había querido escriturar a su nombre porque valía más de lo que les había entregado- y devolvería los 130.000 euros. "No pensamos que debíamos seguir con los trámites del contrato que ellos debían gestionar. En 10 meses solo hablábamos de vender la parcela, con su compromiso de devolver el dinero. Decían que no me preocupara".

Pero en octubre de 2008 la pareja recibió un burofax del abogado de la firma en el que anunciaba que "por incumplimiento de las obligaciones contraídas por el comprador, optan por hacer propias las cantidades entregadas". Es decir, se quedaban los 130.000 euros.

"Acudí a pedir explicaciones y me aseguraron que eran incapaces de hacer esto, que el fax era puro trámite y que nos devolverían el dinero". La pareja supo después que el día en que recibieron el fax, la parcela ya había sido vendida a otra persona sin notificárselo a ellos ni devolverles ni un euro.

La empresa asegura que ese dinero les corresponde porque el matrimonio "ha incumplido un contrato. El asunto se debe resolver ante un juez". La pareja ha puesto su caso en manos de la justicia aunque considera que el problema trasciende la legalidad o no de la actuación de la inmobiliaria. "Se han quedado 130.000 euros a cambio de nada. No les importa el daño que hacen a una familia, sino beneficiarse abusando de la confianza y buena voluntad de los demás".