"Fueron a por ella a la escuela y se la llevaron. Nadie me ha dicho nada, ni el director ni la maestra. Me la quitan y no me han dejado ni despedirme de ella". Vicenta Cortabarra es madre soltera, vive en Corbera y, de momento, no podrá tener a su hija con ella. La Conselleria de Bienestar Social ha decretado el acogimiento de la menor en un centro residencial al considerar que su madre no está en condiciones de garantizar un adecuado desarrollo de la niña, que tiene tres años y tres meses.

Pero Vicenta, de 29 años, y con una minusvalía psíquica reconocida, se rebela. Asegura que es capaz de cuidar de su hija y que si no puede hacerlo es porque no recibe ayudas de ningún tipo.

"Yo sólo pido que me den un trabajo o que me den una subvención por madre soltera o por minusvalía para poder alquilarme una vivienda y poder cuidar de mi hija", se lamenta mientras muestra la fotografía de la pequeña.

La menor ya fue declarada en desamparo y permanece tutelada por la Generalitat desde prácticamente su nacimiento. Sin embargo, con cuatro meses le fue devuelta a su madre para un acogimiento por un período de dos años con la familia de su tía materna. Pero ahora, Bienestar Social alega que se han producido circunstancias que están acreditadas en los informes técnicos y que aconsejan la modificación de la forma de ejercicio de la guarda y custodia.

Esas circunstancias son que Vicenta tiene una "deficiencia cognitiva" y que no tiene vivienda propia ni recursos económicos. Además, señala que en la casa de su tía, con la que vivía con su hija en Corbera, tampoco se dan las condiciones adecuadas.

"No existe orden ni limpieza y el clima de convivencia es de continuos conflictos entre sus integrantes", explica el informe de la Conselleria de Bienestar Social. Además, en la decisión ha pesado también el hecho de que la tía de Vicenta, con la que convivía, ya tiene tres hijos atendidos en el colegio de huérfanos de lunes a viernes.

"La decisión se toma por el bien de la menor"

El informe elaborado por la Conselleria de Bienestar Social al que ha tenido acceso este diario recoge que las personas que se están haciendo cargo de la menor en la actualidad: su madre, Vicenta, y su tía, Bernarda, no están en condiciones de garantizar su adecuado desarrollo ni la posibilidad de que la niña L. C. M. pueda criarse en las condiciones idóneas y de que crezca en un ambiente familia estable y seguro. Y añade que las circunstancias familiares que desaconsejan que la niña siga viviendo con su madre y su tía "son crónicas". Por eso la decisión se toma "en beneficio de la menor" y se acuerda dejar sin efecto el acogimiento familiar decretado en noviembre de 2006. A la Conselleria de Bienestar Social le corresponden las competencias en materia de protección de menores y por eso se ha decretado el acogimiento de la niña en un centro de la dirección territorial.