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Los diez trabajadores de la piscina cubierta de Pego han llegado al límite. Tras tres meses sin cobrar de la empresa concesionaria, el Grupo Caps, iniciaron ayer una huelga de dos días. En la fachada de la piscina, colocaron una pancarta en la que se leía "ya está bien; queremos cobrar por trabajar".

Estos empleados, que cuentan con el apoyo del sindicato Comisiones Obreras, denuncian que desde hace tiempo sufren retrasos en el cobro de unas nóminas que apenas superan los 600 euros mensuales. Además, advierten de que la plantilla es muy corta y no se cubren las bajas.

La huelga también responde a que la empresa no ha contratado a un socorrista para las clases de natación. De hecho, los trabajadores consideran que la concesionaria se ha "despreocupado totalmente" de la gestión de la piscina cubierta municipal. También temen que la empresa no les pague todo lo que les debe si el ayuntamiento le rescinde un contrato que termina en enero de 2011.

El equipo de gobierno de Pego (Ciutadans de Pego, PSPV y Bloc) apoya las reivindicaciones del personal de la piscina y también comparte con ellos el malestar respecto a la gestión que realiza la empresa Grupo Caps de esta instalación municipal. La concejala de Deportes, Marian Tamarit, del Bloc, reveló ayer que esta mercantil no está pagando el canon anual de la concesión. Por ese incumplimiento del contrato, el consistorio ya le ha abierto expediente "por vía ejecutiva para que haga efectivo ese pago", aclaró la responsable de Deportes, que avanzó que, si la empresa sigue sin abonar el canon, se tomarán medidas más drásticas como el embargo.

La edil del Bloc expresó su "total solidaridad con los trabajadores". "Desde el ayuntamiento haremos todo lo posible para apoyarlos y conseguir que cobren hasta el último euro que les deben", manifestó Tamarit, que aclaró que estos empleados "dependen directamente de la empresa".

La concesión de la piscina cubierta al Grupo Caps era por cuatro años. El contrato acaba en enero del próximo año, pero el ayuntamiento quiere rescindirlo antes. La concejala de Deportes admitió ayer que están estudiando la "rescisión total". De hecho, espera que, cuando la piscina se vuelva a abrir en septiembre (durante julio y agosto permanece cerrada), una nueva mercantil asumiera la gestión y cumpliera todos los servicios contemplados en el contrato.