La música tradicional forma parte fundamental de la cultura valenciana, que arrastraba la asignatura pendiente de no ofrecer una visión extensa, rigurosa, diversificada, comprensible y amena de sus múltiples vertientes. Esa laguna tiene los días contados gracias al esfuerzo de dos personajes muy relacionados con la música, el intérprete y profesor de dolçaina, Josemi Sánchez, así como el artesano, Miquel Claramunt.

Después de meses de dedicación y con aportaciones de otras figuras de la música ibérica, el próximo sábado se ha fijado el gran acto de inauguración del Musit de la Baronia de Guaita, instalado en la urbanización de Sant Esperit de Gilet en el Camp de Morvedre.

En una pequeña muestra de la riqueza que reúne esta iniciativa, concebida como un aula museo de música tradicional, este espacio se presentará primero a las autoridades y después a los visitantes para acabar la jornada con un concierto al aire libre. Al evento han confirmado su asistencia una quincena de algunos de los grandes artistas de la música tradicional, encabezados por Joan Blasco, considerado por muchos como el padre de la dolçaina moderna, o Fermín Pardo.

Pero no sólo València estará presente en este concierto y en el Musit, ya que la recopilación de instrumentos y objetos sonoros ha llevado a Miquel y a Josemi durante los últimos meses hasta Galicia, Burgos, Valladolid, Salamanca, Zaragoza o el País Vasco. La variedad de la exposición no se limita a la procedencia de estas 200 herramientas musicales, la mayoría compradas, sino que recoge las cuatro familias de la clasificación instrumental: idiófonos, aerófonos, cordófonos y membranófonos, a través de un recorrido diseñado para hacerlo "equilibrado y muy distinto a una tienda de música", explica uno de los impulsores.

Castañuelas, carajillos de nuez, flautas, gaitas, acordeones, múltiples dolçainas, bandurrias, mandolinas, , tabales o zambombas serán algunos de los tesoros artesanales que se podrán conocer con detalles sobre sus orígenes, usos, texturas y sonidos, ya que el Musit ofrecerá un acompañamiento musical, que se podrá salpicar, según la curiosidad del visitante, de los sonidos de la mayoría de objetos expuestos .

Vocación divulgativa

La principal vocación de este proyecto es "crear afición, necesidad y gusto por la música tradicional a través de un espacio para su difusión". Los estudiantes, a partir de segundo ciclo de primaria, son los principales destinatarios de esta propuesta que va mucho más allá que una exposición de objetos.

En este sentido, las visitas, que deberán ser concertadas y en grupo, tendrán la oportunidad de completar un taller de construcción de pequeños instrumentos de caña que probarán con un pequeño concierto. El público más especializado dispondrá de un centro de documentación con biblioteca, fonoteca e imágenes, mientras que la programación del Musit también contempla cursos de música, canto y danza; encuentros y seminarios; cursos de formación musical al profesorado, así como una programación de conciertos.