Medio millar de turistas alojados en el camping Edén de Peñíscola fueron desalojados de forma preventiva a última hora de ayer por la tarde por un incendio que se declaró en el marjal, enclave donde está ubicado el camping junto a la playa norte de Peñíscola y a pocos metros de la importante zona hotelera y de la comisaría de la Policía Local.

Según los datos del centro de coordinación de emergencias, el aviso del incendio se dio a las 19,47 de la tarde y a las 11 de la noche, el fuego todavía no había podido ser ni tan siquiera controlado pese al despliegue de medios, en gran parte por las fuertes rachas de viento del noreste que predominaban en la zona. De hecho, la Generalitat Valenciana había decretado el nivel máximo de alarma de incendios para la provincia por la aparición de estos vientos que todavía se mantendrán hoy.

Para sofocar las llamas se desplazaron hasta la zona cuatro brigadas y seis dotaciones de bomberos de diferentes parques: Benicarló, Orpesa, Nules y de los voluntarios de Morella.

Conforme avanzaba la noche, las llamas, avivadas por el viento, avanzaron hacia el mar y, por lo tanto, más cerca de los hoteles de primera línea, lo que hizo que los bomberos tuvieran también que emplearse en ese frente para proteger los edificios.

Con lo puesto

A la espera de que la situación se calmara y las llamas fueran controladas, el medio millar de personas desalojadas esperaban en las zonas comunes del camping con lo puesto. Allí, en los salones del restaurante, esperaban en pijama y bata muchos de los acampados, preocupados por sus pertenencias a las que tenían prohibido acercarse. La Guardia Civil marcó un perímetro de seguridad que cortaba todos los caminos de acceso al marjal e impedía pasar tanto a los campistas como al resto de vecinos de la zona. Alguno incluso llegó a encararse con las fuerzas del orden al exigir poder pasar hacia su vivienda, ya que la preocupación iba en aumento según pasaban las horas.

Los desalojados son turistas, la mayoría jubilados centroeuropeos que pasan largas temporadas en Peñíscola alojados en sus caravanas. De ahí que, aunque sea temporada baja, el camping estuviera a pleno rendimiento cuando se desató el incendio.

El responsable del establecimiento, Sergio Vicent, explicaba al poco de realizar la evacuación que ésta se había realizado sin problemas pese a las escenas de desconcierto que reinaron en el momento. «Ha sido todo muy ordenado. La gente ha hecho caso enseguida y han ido saliendo del recinto donde están las autocaravanas», explicaba Vicent.

De hecho, hasta que efectivos de la Guardia Civil hicieron oficial el desalojo, muchos de los acampados aprovecharon para sacar sus autocaravanas del camping y llevarlas a lugar seguro en el paseo marítimo, la avenida Papa Luna, que ofrecía a media noche de ayer un inusual aspecto llena de vehículos en todas las plazas de aparcamiento.

Al cierre de esta edición, los efectivos de bomberos desplazados a la zona todavía no habían podido controlar las llamas, según informaron fuentes del centro de emergencias.