José Maria Baldoví Figueres, de 67 años de edad, es donante de sangre desde 1992, año en el que comenzó a coordinar la junta local de Sueca, presidida por su esposa, Manola Godoy. Se le realizó la última extracción el día 20 de marzo del año pasado.

"Cuando me dijeron que ya había alcanzado la edad de jubilación como donante sentí una gran tristeza", confiesa, "porque uno se encuentra bien de salud". La ley no le permite seguir en esta labor solidaria de manera directa. En estos diecinueve años ha realizado 176 donaciones, 13 de ellas de plasma, 61 de sangre y el resto, de plaquetas. "Cuando me jubilé era el líder en donaciones de toda la provincia de Valencia", manifiesta orgulloso. "Un donante es un tesoro para la salud pública. Detrás de cada enfermo siempre habrá un donante que puede salvarle la vida", asegura.

¿Qué le llevó a hacerse donante de sangre

Nací en el año 1944, una época muy difícil para la gente sin recursos económicos porque entonces se comercializaba con la sangre. Quien necesitaba una transfusión tenía que ir llamando de puerta en puerta como si pidiera limosna. Ahora es muy diferente, el carácter voluntario de las donaciones me animó a implicarme en la coordinación, de la mano de mi esposa que se había hecho cargo de la presidencia unos pocos meses antes.

¿Cuál es el trabajo que lleva a cabo una junta local de donantes de sangre

Básicamente llevamos a cabo un trabajo de sensibilización social a través de campañas en los medios de comunicación y charlas en colegios dirigidas a estudiantes. Además, también visito empresas y comercios locales pidiendo aportaciones en forma de regalos para sortearlos en la última donación del año entre los voluntarios. Estoy muy agradecido a todos porque la buena voluntad que demuestran y la consideración con los donantes supera a la de la Generalitat.

¿Puede explicar con más detalle a qué se refiere

Me refiero a que el Consell también ha recortado los bocadillos a los donantes. Los últimos dos meses nos hemos encontrado con que no llegan bocadillos suficientes para todos los donantes previstos, con lo que los últimos se tienen que conformar con "rosquilletas". Los recortes de la Generalitat han llegado también hasta el centro de transfusión, que no dispone de suficiente dinero para abastecer a todos los voluntarios.

¿Es Sueca una población solidaria

Por supuesto, los donantes de Sueca superan los dos mil. Sueca es un pueblo solidario. En la última donación del mes de marzo acudieron 71 personas frente a las 55 previstas. La concienciación social ha aumentado considerablemente, pero también hay gente que, por desgracia, dispone de más tiempo libre porque ha perdido el empleo.