Los técnicos del Museo de la Valltorta, en Tírig, apoyados por investigadores de varias universidades, han conseguido descubrir nuevas pinturas rupestres en los abrigos y cuevas del Parque Cultural de la Valltorta. Lo han hecho mediante un programa de análisis fotográfico que permite delimitar las diferentes pinturas que se hallan en la roca, pero que no son visibles al ojo humano.

Los investigadores han realizado más de 3.000 fotografías a las cuevas del Barranc de la Valltorta o también del Barranc de la Gasulla, en Ares del Maestrat. Se trata de una técnica que empezó a implementarse hace un año, pero que hasta la fecha no había llegado al Parque Cultural de la Valltorta.

Análisis fotográfico

Los técnicos han realizado estas fotografías en la cuevas y abrigos y ahora se encuentran en el proceso de análisis. Los objetivos de la investigación, según especialistas de la Universitat de Barcelona, «se centran en delimitar la antigüedad de las pinturas, los trazos, las figuras y también si hubo superposición en las mismas».

Los elementos han borrado muchas de las pinturas de los abrigos. No obstante, no los han eliminado del todo, ya que mediante el análisis fotográfico cada textura y cada pintura, aunque esté escondida, ofrecen una variedad cromática. De este modo, en la pantalla del ordenador, se han descubierto figuras de animales o arqueros que hasta la fecha eran desconocidas. «Hemos podido completar algunas series de pinturas que estaban incompletas. Es decir, con el análisis de la fotografía hemos podido completar acciones que no se veían en su totalidad a simple vista», señalaron investigadores de la Universitat de Barcelona.

Mediante este análisis los expertos también podrán conocer la época en que se realizaron las pinturas, así como también los materiales utilizados en cada ocasión, en función del pigmento que se utilizó. Una vez tomadas las imágenes el proceso se inicia ahora en el laboratorio para descifrar cada uno de los dibujos que realizaron los hombres prehistóricos.

Deterioro

Los expertos coinciden en señalar que el deterioro de las pinturas rupestres de la Valltorta ha sido mayor en un siglo que en 6.000 años de antigüedad. De hecho, cuando se descubrieron las pinturas comenzaron a mojarse para que resaltasen más y este proceso las deterioró más que los agentes meteorológicos.

Además, cuando fue arrancado el Arquer de la Valltorta, que ya ha regresado de Lleida, y se intentaron quitar de la roca otras figuras, se destrozó el conjunto de enclaves como la Cova dels Cavalls. De hecho, según los guías de Valltorta, «ya no puede apreciarse un tercio de las pinturas originales que se describieron en el momento del descubrimiento».