Aunque el conseller Jorge Cabré se indignó al conocer su caso, de nada le ha servido a Angustias Cobo, la mujer sin piernas de Quart de Poblet a la que la Generalitat Valenciana rebajó el grado de dependencia como si hubiese mejorado hasta dejarlo en uno sin asignación económica (anteriormente cobraba 416 euros al mes).

Tras una nueva revisión -Angustias presentó recurso de alzada contra el dictamen del Consell-, la valoración del estado de la mujer ha vuelto a cambiar y, ahora, la conselleria le reconoce una dependencia de "grado 1 y nivel 2", de las consideradas "moderadas" y por la que recibirá 180 euros mensuales, según consta en la nueva resolución.

Para su marido, Eladio, se trata de una actuación "deleznable" de la Conselleria de Bienestar Social, ya que su esposa "no ha experimentado mejoría de ningún tipo", sino todo lo contrario: "Si acaso, ha empeorado por la osteoporosis que padece y por los achaques de la edad". Angustias tiene ya 67 años y un brazo "prácticamente inútil" -casi sin movilidad- "por el desgaste de los huesos". Al salir a la luz el caso de la vecina de Quart, el máximo responsable de Bienestar Social ordenó su inmediata revisión porque, según aseguró a través de su gabinete de comunicación, "no entendía el motivo de la nueva valoración" realizada por los técnicos. "No hay una explicación lógica", dijo el conseller, para rebajar el grado de dependencia a una mujer con las piernas amputadas y a la que se valoró precisamente por esa circunstancia, que no ha cambiado ni un ápice desde el primer informe. "Su situación no ha podido mejorar -admitieron desde Bienestar Social-, por eso no se entiende que se revise su grado de dependencia, ya que la minusvalía que sufre es permanente".

Tras conocer la nueva resolución emitida sobre el estado de Angustias, la conselleria incidió ayer en que el baremo de valoración no es propio, sino que se recoge en un "real decreto del Gobierno central" y siempre se lleva a cabo por "funcionarios de carrera con titulación superior sociosanitaria (médicos y psicólogos) ". Estos, agregaron, "tienen en cuenta el nivel de autonomía" de los pacientes "para realizar las actividades cotidianas".