La mujer afectada por una infección crónica del hueso que el pasado 11 de marzo inició una huelga de hambre para exigir que le concedan el grado de "gran invalidad" por su enfermedad ha asegurado hoy a EFE estar "agotada" y "muy débil", aunque aguantará hasta conseguir lo que pide.

Dolors Carrasquilla se encadenó el 6 de marzo entre el Palau de la Generalitat y la plaza de la Virgen de Valencia y cinco días después inició una huelga de hambre para reclamar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) volver al grado de invalidez que le rebajaron en 2010, cuando llegó a la Comunitat Valenciana desde Cataluña.

El INSS no ha recibido todavía el escrito en el que la dependiente reclama su grado de invalidez anterior, de modo que estudiará esta solicitud cuando lo conozca, según han informado a EFE fuentes de la Delegación del Gobierno.

El mismo día en que iniciaba la huelga de hambre un tribunal médico le realizó una nueva valoración, pero según ha señalado Carrasquilla, se le desestimó "directamente" revisar su grado de invalidad absoluta a gran invalidez.

Por ello ha continuado con la protesta y, aunque no sigue encadenada, permanece en el mismo lugar en una tienda de campaña para poder "aguantar" la falta de ingesta de alimentos.

Amigos de la mujer y representantes de los colectivos que le apoyan han acudido este mediodía al edificio INSS de la calle de Bailén de Valencia, donde han leído varios comunicados y solicitado una reunión con la directora provincial del organismo.

En el comunicado, Carrasquilla afirma que tiene las "energías considerablemente mermadas" y el "ánimo vapuleado" aunque "de alguna manera injuriado por las acciones u omisiones de personas con responsabilidad política".

"Con la frente cada vez más alta quiero resaltar que no he venido a pedir limosna, solo pido justicia. Pido lo que en su día se me concedió desde la comunidad catalana y que desde la valenciana me han robado cuando he estado en el peor momento de mi salud", afirma.

En el comunicado, Dolors Carrasquilla señala que todavía espera una contestación de la Conselleria de Sanidad "sobre el tema del copago farmacéutico".

Al respecto, fuentes de la Conselleria han informado a EFE de que el copago está regulado por un Real Decreto de aplicación para toda la población y Carrasquilla "tiene un tope mensual de ocho euros, consuma lo que consuma".

También asegura que seguirá hasta su "último suspiro" y sus "últimas consecuencias" y advierte de que desde hoy dejará de tomar "todo tipo de medicación, alguna imprescindible" para su salud.

"Tienen Loly para rato, con mi maquillaje, mi dignidad y mi sonrisa por delante he descubierto que hay muchas lolys y que hoy loly somos todos, así que esta lucha continúa", concluye.