Decenas de personas acuden cada madrugada a las puertas del Juzgado número 1 y 2 de Mislata para obtener uno de los diez números que a partir de las nueve de la mañana reparte el Registro Civil para dar servicio a diario en un municipio de 43.775 habitantes, más los 29.776 de Xirivella que también dependen de esta oficina. En el registro trabajan un máximo de dos funcionarios (un gestor y un tramitador), que empiezan a recibir a los usuarios a las 09.30 horas para tramitar nacionalidades, defunciones, matrimonios o nacimientos, y terminan a las 13.30 horas.
Con este horario la oficina de Mislata sólo abre de lunes a jueves. Viernes, sábado y domingo permanece cerrada por orden del decanato. Así al menos lo aseguraron ayer a este periódico fuentes de la Conselleria de Justicia, quienes también afirmaron que «se está tratando de solventar» el problema de colapso que sufre el Registro Civil de Mislata y que «se va a estudiar el refuerzo» de la actual plantilla.
Aún así, desde la conselleria aseguran que no han recibido ninguna queja por mal funcionamiento. Si las ha recibido, en cambio, el Ayuntamiento de Mislata pese a no estar entre sus competencias. El pasado 17 de enero el alcalde Carlos Fernández Bielsa remitió una carta al Director General de Justicia, Julio Ángel González Sánchez, haciéndole llegar su «preocupación por el servicio que estamos recibiendo los vecinos de Mislata en el Registro Civil». «En las últimas semanas nos han llegado multitud de quejas y reclamaciones al ayuntamiento denunciando una falta de medios técnicos y humanos, además de una deficiente información», explica el regidor en su misiva, en la que también alerta de «protestas e incluso algún preocupante altercado entre los vecinos que hacen cola a diario para conseguir un número».
Efectivamente, según señalaba ayer una de las «afortunadas» que, tras varios intentos infructuosos, consiguió uno de los diez números que se repartieron ayer, cada mañana arrecian las discusiones por el sitio que ocupan en la fila los aspirantes a poder tramitar un expediente. «Hay gente que llega a las seis de la mañana, coge turno en la fila, se va a casa y vuelve cuando está a punto de abrir la oficina diciendo que estaba el primero o el segundo».
En los mismos términos se expresaba hace unos días un vecino en una de las quejas remitidas al consistorio. «En el cartel de la entrada pone que los números se otorgarán a partir de las 09.30 horas, hasta ahí bien. Pero lo que no dicen es que la gente baja a las cinco de la madrugada a coger la vez y se va a su casa. Luego cuando llegas tú a las nueve al registro y te crees que eres de los primeros, empieza a llegar gente que dice que han cogido la vez...».
Esta misma persona relataba en su escrito que después de acudir a la calle Antonio Aparisi (donde está el juzgado) durante tres días seguidos para poder inscribir a su hijo en el registro y no poder hacerlo, contactó con la oficina de Manises para explicar su caso y «fliparon en colores. Fuimos nada más llamar, cuando llegamos nos dieron los documentos a cumplimentar y cuando llegó nuestro turno entregamos los papeles y en 10 minutos mi hijo ya esta inscrito».
