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Una urbanización de Llíria lleva 5 años sin luz pese a tener un centenar de farolas

Los postes del tendido antiguo y de telefonía ocupan uno de los viales del centro residencial y dificultan el tráfico - Las obras costaron 4,8 millones de euros y siguen sin ser recepcionadas

Los postes antiguos de la luz ocupan los viales. j.m.v.

Una de las urbanizaciones de Llíria, Puig i Lis, donde existen 160 parcelas y viviendas, según fuentes vecinales, cumplirá en abril 5 años sin alumbrado público y sin luz en sus calles y accesos, pese a contar con no menos de 140 farolas instaladas en sus aceras y viales.

Los vecinos de la zona han confesado a Levante-EMV su temor a la hora de volver en invierno a sus casas, «puesto que para conducir es un verdadero peligro para la seguridad vial y además te sientes como si entrases en la boca de un lobo». En cuanto a transitar la urbanización a pie, los fines de semana de invierno, a partir de las seis de la tarde, «mucha gente renuncia a pasear por el miedo a la oscuridad».

La situación viene dada porque la compañía suministradora de electricidad que opera en la zona se niega a recibir la obra y, por tanto, a abastecerla. Los vecinos y la oposición en el ayuntamiento de Llíria han preguntado en varias ocasiones tanto a la eléctrica como al equipo de gobierno popular y siguen sin tener una respuesta clara, «y lo que es peor una fecha para la solución del problema».

En Puig i Lis viven todo el año, según diversas fuentes vecinales, al menos 80 familias, y durante los fines de semana y los períodos vacacionales la población se duplica. El problema, según fuentes solventes, para que no se pueda dotar de alumbrado público a la zona residencial reside en que la instalación «no cumple los requisitos de las nuevas normas de seguridad europeas por tanto la compañía eléctrica no puede recibir unas instalaciones fuera de normativa y mucho menos abastecerlas». Lo más lamentable del caso, según las mismas fuentes, «es que ya hemos pagado por una instalación y un servicio que no tenemos; y lo más paradójico es que cuando se inició el proceso de urbanización muchos propietarios ya teníamos servicios como el agua, la luz o el teléfono, y aceptamos urbanizar por dotar de alcantarillado y saneamientos a la zona».

El coste aproximado de las obras, una vez descontada la baja de licitación, asciende a 4,8 millones de euros. En el dato faltaría la liquidación final, que se producirá cuando el ayuntamiento recepccione la obra y se acabe del todo. Entre otras cosas, «tampoco están acabados los accesos a la urbanización pues falta el asfaltado hasta la conexión con la CV-25».

El tendido, en medio de la calle

En uno de los accesos a Puig i Lis, en un vial de dos carriles por el que transitan en los fines de semana decenas de vehículos, siguen instalados los postes del antiguo tendido eléctrico y telefónico, además de torres de las infraestructuras eléctricas. Los vehículos, cuando conducen sus turismos, se ven obligados a cambiarse al otro carril y a invadir el sentido contrario para entrar y salir de la urbanización.

Los afectados culpan directamente al alcalde Manuel Izquierdo y a la concejala de urbanismo, Reme Mazzorali, de estos problemas «pues Puig i Lis fue un PAI de gestión directa del consistorio, donde la autoridad municipal debería haber velado porque existiese una ejecución ejemplar y completa». Por ejemplo, culminan las mismas fuentes, «si el tendido eléctrico tenía que ser subterráneo, esto se tenía que haber tenido en cuenta antes de empezar la obra y no en el momento de recibirla». De hecho, el consistorio «recibió toda la obra menos la parte eléctrica y, por eso, nos vemos sin luz».

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