Gladys recibió el pasado lunes el alta y ya se encuentra confortablemente instalada en su domicilio. Ella prefiere dar «gracias a Dios» porque, pese a las circunstancias, todo haya acabado muy bien. El pequeño, a quien han puesto de nombre Michel Aize, pesó al nacer 3,5 kilos y mide 52,5 centímetros. «Le damos el biberón y quiere más», bromea la familia. s. vives carcaixent