En pleno siglo XXI la Dansada Bocairent distingue a las mujeres balladores por su estado civil, dando prioridad en el baile a las que están casadas, en detrimento de solteras, divorciadas o separadas. Pero la asociación Més de Dones ya ha hecho constar esta injusticia y, aprovechando que el Ayuntamiento de Bocairent va a solicitar la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial de les Danses de Sant Agustí, ha pedido a los Majorals de Sant Agustí „organizadores y mantenedores de las danzas„ que supriman estas consideraciones y «lideren la modernización» de la fiesta, para que se adapte a la sociedad y los tiempos actuales. La asociación ha iniciado una campaña de recogida de firmas en Change.org y en apenas unos días ha registrado más de un centenar de adhesiones.
Las Danses de Sant Agustí se bailan las noches del 23 al 27 de agosto en las fiestas de verano de Bocairent. Las mujeres pueden bailar a partir de los 14 años y van pasando de un turno a otro en la organización de los ruedos de la dansada según los años que lleven bailando y, sobre todo, según si están casadas o solteras. Desde la asociación Més que Dones, Àngela Molina explicaba ayer a este diario que con los requisitos actuales «hay mujeres solteras con hijos y muchos años bailando que no pueden pasar delante y otras, con menos años en la Dansada, pero que llevan un año casadas y les pasan delante». Añadía que «hay mujeres de 35 años que bailan las danzas desde hace más de 20 años que no pueden ser cap de dansada porque no están casadas, y otras con menos años sí». Més que Dones considera estos requisitos «obsoletos y sin sentido» y propone que se tenga en cuenta la experiencia, los años que las participantes son balladores y no su estado civil. «Que se valore si sabes bailar y no si estás o no casada», manifestaba Molina, que señalaba que «antes los ruedos de la Dansada se organizaban en solteras y casadas porque las viudas ni se planteaban bailar, pero ahora los tiempos han cambiado y eso es ridículo», expresaba Àngela.
La representante de Més que Dones señalaba que «en los pueblos cuesta cambiar las costumbres, pero lo que pedimos no es un cambio brusco, sino una actualización, una adaptación a los tiempos de ahora». Añadía que es «surrealista» que se distinga por el estado civil porque «ahora hay otros estados y una mujer que ahora está casada, en unos años puede ser divorciada y volver a estar soltera. O hay mujeres que viven en pareja sin estar casadas».
