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El Santander tramita la venta de la torre de oficinas de Patacona que abandonó Soler

El inmueble sin acabar y cuyo mal estado denuncian los vecinos de la zona, podría convertirse en un hotel

El Santander tramita la venta de la torre de oficinas de Patacona que abandonó Soler

En la frontera entre la zona litoral de Valencia y de Alboraia, frente a la iglesia de Vera pero ya en suelo de la Patacona, se levanta un edificio de oficinas de ocho alturas con una gran planta baja comercial que empezó a construir alrededor de 2005 la promotora de Bautista Soler, responsable de la mayor parte de la urbanización de esta zona de costa alborayense. Las obras del edificio —que ya no pertenece al empresario valenciano, sino al Banco de Santander, a través de su filial inmobiliaria Altamira— quedaron paradas hace más de un lustro y, desde entonces, el moderno inmueble acristalado permanece abandonado mientras los vecinos de la zona denuncian la presencia allí de ratas y cucarachas o el peligro de desprendimientos y de accidentes para los que puedan acceder irregularmente a su interior.

Pero ayer el alcalde de Alboraia, Miguel Chavarría, anunció que el edificio «está en trámite de venta» y que el proyecto supone convertir lo que iba a ser una torre de oficinas en un hotel o una residencia para estudiantes. Según explicó, por su parte, la concejala de Urbanismo, Ana Bru, los impulsores del proyecto ya han consultado en el ayuntamiento las posibilidades legales de su desarrollo aunque, al levantarse el edificio en suelo terciario, no existe ningún impedimento en que pase de oficinas a hotel.

Pero mientras la recuperación de este edificio abandonado se confirma o no, los residentes del complejo de viviendas aledaño denunciaron ayer la presencia allí de ratas y cucarachas, y alertaron de que personas desconocidas saltan las vallas metálicas y entran pese a los peligros que comporta una obra abandonada de este tamaño. A finales del pasado enero, en una jornada con fuertes ráfagas de viento, se desprendieron del último piso de la torre varias placas y cristales de las ventanas que ocupan la mayor parte de la fachada, e incluso uno de estos cristales golpeó un vehículo. El ayuntamiento obligó a la propietaria a asegurar con mallas la parte en la que se produjeron los desprendimientos, pero los vecinos aseveran que el peligro sigue en el resto de la fachada.

Chavarría defiende que el ayuntamiento «ha actuado y presionado» para reducir al máximo las molestias y peligros en esta edificación y que el departamento de disciplina urbanística ha remitido varios requerimientos a la entidad propietaria para que extreme la seguridad en los accesos. «El ayuntamiento está constantemente pendiente de que no haya ningún problema allí», añadió la regidora de urbanismo.

El abandono de la Patacona

Pero para los vecinos de la calle Serra d'Espadà, la situación de la torre de oficinas es una muestra más del «abandono» que, según ellos, sufre esta zona de la Patacona, «pese a que pagamos uno de los IBI más caros de toda Valencia». Según explica Tomás, uno de los vecinos que se pusieron en contacto con Levante-EMV para denunciar esta situación, por un piso de la calle Serra d'Espadà de algo más de cien y tres habitaciones ha pagado este año una tasa de mil euros. «Aquí al lado, en la calle Cavite (Valencia) tengo otro piso, de 90 metros, por el que pago 200 euros de IBI», asegura.

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