El «real», la moneda social electrónica de Vila-real, crece poco a poco y atrae la atención de premios centrados en innovación. Este proyecto, impulsado por la fundación Globales, ya llega a unos 30 comercios y está en plena fase de consolidación y tratando de implicar en su expansión a las asociaciones, como reconocimiento a los servicios, y al ayuntamiento. Los establecimientos villarealenses que ya se han adherido a la plataforma del «real» son muy variados: talleres de bicicletas, academias, tiendas de muebles, floristerías, cafés o empresas de dietética y nutrición. Todos ellos pueden utilizar esta herramienta como un sistema de descuentos y promoción.

La directora de Globalis, Edurne Zubiría, destaca, precisamente, este como uno de los mayores logros de la moneda social hasta el momento: «Hemos conseguido expandirla y que empiece a ser representativa del comercio local».

Precisamente, la potenciación del comercio de proximidad es uno de los objetivos del Real, junto con otro que explica Zubiría: «queremos que la moneda social sea la moneda de las asociaciones y los movimientos sociales de Vila-real».