El proyecto de la desalinizadora de Sagunt va camino de convertirse en uno de los mayores despilfarros conocidos. Ideado en plena bonanza económica y desvirtuado por una crisis que golpeó con especial virulencia a Sagunt y su comarca, se impulsó desde el gobierno socialista y motivó un agrio enfrentamiento con el ayuntamiento popular por la amortización de la inversión, así como los gastos de mantenimiento y explotación, el estudio de viabilidad de la desalinizadora. Redactado en septiembre de 2006, evidencia la miopía a la hora de presagiar la llegada de la crisis. r. h. sagunt
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