El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Sueca ha condenado a un taxista de la Valldigna a una multa de 480 euros y a pagarle otros 2.628 euros a un compañero de profesión, en concepto de responsabilidad civil, por una agresión que tuvo lugar el 22 de junio de 2014.
Ese día, a través de la ventanilla del coche, el taxista condenado le propinó tres puñetazos al agredido que impactaron en la cara, mientras lo insultaba gravemente. Las lesiones sufridas tardaron 45 días en curarse, según recoge la sentencia en sus hechos probados.
Este suceso conocido ahora va más allá de una crónica de sucesos. En realidad, esta resolución judicial ha hecho que aflore de nuevo el conflicto que afecta al sector del taxi en la comarca de la Safor a cuenta del «intrusismo» y las prácticas ilegales que, según señalan muchos de ellos, se está produciendo en esta zona.
El taxista de Tavernes que fue agredido señaló ayer a este periódico que no tiene duda de que el móvil de este hecho está en las denuncias que presentó a la Guardia Civil, a la Generalitat Valenciana y al ayuntamiento vallero sobre prácticas que considera ilegales por parte de otros compañeros de profesión.
El profesional indica, y aporta los documentos, que durante años ha tratado de que alguna Administración reaccione para evitar que se incumpla la ley y los taxistas de varias localidades cercanas a Tavernes sigan operando en esta ciudad de forma irregular. Lo hacen, según narra, cargando viajeros, algo que está prohibido, a veces incluso con el coche «limpio», es decir, sin la señalización que lo identifica como taxi, para no levantar sospechas y evitar inspecciones y multas.
La Generalitat no contesta
En todo este tiempo la Generalitat ni siquiera le ha contestado a sus requerimientos, mientras que el Ayuntamiento de Tavernes señala que no dispone de competencias para inspeccionar y sancionar infracciones de los profesionales taxistas.
Lejos de ser un problema exclusivo de la Valldigna, lo que algunos no dudan en calificar como «guerra del taxi» se extiende a otras zonas de la Safor, especialmente Gandia, la ciudad que genera el mayor número de peticiones de servicios, tanto en invierno como, especialmente, en verano.
En la Safor existen diferentes áreas de taxi. La mayor, Gandia, dispone de 28 licencias, seguida de Oliva con 7 licencias y Tavernes de la Valldigna con 3. En la llamada Área de Prestación Conjunta de la Safor hay 11 licencias de distintos municipios cercanos a Gandia, y después existen otros pueblos con una licencia de taxi.
La «invasión» que se denuncia entre unas y otras áreas ha llevado a pensar en la creación de un área única para toda la Safor, pero en eso tampoco hay acuerdo.
