El Consell del mestizaje, en cuyo organigrama conviven o coexisten —según conselleries— cargos del PSPV y de Compromís, presenta fricciones y desencuentros competenciales o de criterio que a veces pueden saltar a otras instituciones o incluso desencadenarse en la casa de uno de los socios y acabar afectando también a la de enfrente. Esta última modalidad de disensión se ha desencadenado a propósito de la ejecución de la variante sur en la carretera CV-377 —el tramo V175— para evitar el tráfico que cruza la localidad de Pedralba (los Serranos). El Consell aprobó el pasado 26 de febrero la declaración de urgente ocupación de los bienes y derechos afectados por el expediente de ejecución forzosa para poder desarrollar el proyecto de la diputación. En la rueda de prensa posterior al pleno, la vicepresidenta portavoz, Mònica Oltra, justificó la medida por «motivos de seguridad viaria», dado que el tráfico, especialmente el de vehículos pesados, por el casco urbano «genera peligro, inseguridad viaria y problemas de contaminación acústica y atmosférica».
Quedaba pendiente publicar la resolución en el Diari Oficial (DOCV). Un paso que no se ha dado, con lo que no ha cobrado validez oficial al acuerdo plenario por la posición contraria a las obras expresada desde la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, concretamente desde el área medioambiental gestionada por Verds-Equo (Compromís) y expresada «in extremis». Una prueba de «descoordinación», apuntan tanto desde Medi Ambient como fuentes próximas a la vicepresidenta. Y un ejemplo de disparidad de criterio entre áreas de la Generalitat, en este caso ambas de Compromís.
Cambio de trazado in extremis
Ese mismo viernes 26 de febrero, el director general del Medi Natural, Antoni Marzo Pastor, entregó por registro de entrada de la diputación una carta al presidente provincial, Jorge Rodríguez, en la que le instaba a «suspender temporalmente la tramitación del proyecto de la variante». Con el objetivo, advirtió, de que se estudien «alternativas de trazado o modificaciones de las condiciones de la actuación para reducir al máximo su incidencia territorial y ambiental en el contexto del parque natural y su ámbito de influencia», según la misiva a la que ha tenido acceso este diario.
Marzo Pastor explica en su comunicación que su petición se ampara en la resolución de las Corts de 27 de octubre de 2015 en la que se instaba al Consell a «iniciar la revisión de los Planes de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) y de los Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) de los parques naturales, así como suspender de forma cautelar aquellos proyectos que puedan tener una repercusión negativa e irreversible sobre los parques naturales». La Conselleria, según se dice en la carta, está preparando la orden para la aplicación de la resolución parlamentaria. Precisamente este viernes se publicó la orden por la que se acuerda «iniciar el procedimiento de revisión y modificación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Turia». Esta disposición llega más de cinco meses después del acuerdo de las Corts para corregir un proyecto en puertas de ejecutarse. Tanto en la diputación como en el entorno de la Vicepresidencia entienden que las objeciones deberían haberse expresado antes y la orden debería haber sido aprobada en su día. Porque en el caso de la carretera de Pedralba, el procedimiento administrativo, económico y ambiental está prácticamente cerrado. Las obras se adjudicaron por 3,38 millones (según recoge el Boletín de la Provincia del 11 de mayo de 2015), después de que el 17 de abril se resolvió positivamente la declaración de impacto ambiental, que se publicó en el DOCV del 24 de abril.
Según información de la que dispone este diario, la intención de la Conselleria es enterrar este proyecto y estudiar otras alternativas al desvío de la carretera. Sostienen que la variante sur discurre demasiado pegada al Turia, elevada sobre una plataforma que es demasiado agresiva paisajísticamente —se justifica en el proyecto como dique de contención ante posibles riadas— y que ello responde al interés de salvar el PAI planeado entre el núcleo urbano y el cauce fluvial, una franja de apenas un kilómetro. La polémica del desvío de la carretera lleva años encendida en Pedralba, donde la unanimidad acaba en la constatación de que urge sacar el tráfico rodado del casco urbano, donde se producen atascos, accidentes —con alguna víctima mortal por atropello— y molestias. Medi Ambient asume los planteamientos de la Plataforma para la Defensa del Paisaje (PDP), que rechaza el trazado proyectado por la diputación en una zona «inundable y de alto valor ecológico». La plataforma recogió más de 3.000 firmas contra esa carretera V175.
Distinto modelo urbanístico
Tanto desde el PP, con el alcalde, el popular Roberto Serigó al frente, como desde el PSPV acusan a Compromís de haber instrumentado la plataforma —que siempre ha negado actuar en connivencia con este partido— y defienden que el trazado sur está aprobado y hay que ejecutarlo. Desde estos partidos apuntan que carece de sentido que se pretenda replantear el proyecto. Es «poco serio» —dicen— impugnarlo ahora. Estas fuentes detectan en el conflicto diferencias en el seno de Medi Ambient y de Compromís sobre el modelo de desarrollo urbanístico.
