La nueva sede de Caixa Ontinyent da los últimos coletazos a las obras de remodelación y este mes de junio concluirán los trabajos de construcción del edificio central ubicado en la plaza Santo Domingo de Ontinyent, en el céntrico barrio de Poble Nou. Tras un año de obras, la sede de la caixa de les comarques muestra ya el moderno y vanguardista edificio al que ha dado paso el inmueble de los años 70, que no había sido objeto de una rehabilitación de esta magnitud. El edificio de 2.700 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas exhibe su nueva cara, con una fachada de enormes placas de hormigón y el color blanco como seña distintiva de la entidad, que ya caracteriza al Centre Cultural que la caja tiene en la céntrica calle Major de Ontinyent, muy cerca de la sede remodelada.

Una inversión que ronda los 4 millones ha permitido levantar un nuevo inmueble, que ha mantenido la estructura de hierro —evitando así demolerlo completamente—, y en el que las nuevas tecnologías, la eficiencia energética y la máxima accesibilidad serán esenciales. El rehabilitado edificio aprovecha el espacio y la luz e, incluso, ofrecerá una vista de la zona de la Solana de la sierra de Ontinyent. Las obras, que comenzaron en junio del año pasado, han seguido el ritmo pautado y tras doce meses de ejecución —el plazo establecido— llegan a su conclusión este mes. Ahora quedará el verano por delante para instalar el mobiliario; trasladar al personal que ocupará el inmueble y que con las obras fue reubicado en diferentes edificios de la caja —albergará a unas 60 personas, unificando así todos los servicios centrales en un mismo edificio—; y trasladar también la documentación, ordenadores y equipamiento. El objetivo de Caixa Ontinyent es inaugurar la remodelación de la sede central a finales de octubre, coincidiendo con el 132 aniversario de la caja, el 31 de octubre.

La firma ontinyentina Construcciones Francés ejecuta la obra que firman los arquitectos Soler i Torró y supervisanAntonio Morales, arquitecto técnico, los ingenieros Bataller i Catalá.

Ejemplo de gestión

La entidad financiera presidida por Antonio Carbonell ha sido observada con lupa por expertos financieros, después de convertirse en la única caja valenciana y una de las dos a nivel estatal —junto a la balear Caixa Pollensa—que ha sobrevivido a la feroz crisis y reestructuración del sector financiero. La caja ontinyentina ha sido objeto de estudio como ejemplo de gestión, tras salir indemne de la crisis financiera iniciada en 2008. Mientras el resto de cajas de ahorro fueron cayendo víctimas del crack económico, la modesta caixa de les comarques —como reza el eslogan de Caixa Ontinyent— siguió su curso con una gestión prudente y eficiente, sin dejarse embaucar por fusiones con cajas de mayor tamaño o bancos y sin necesitar ayudas públicas. En el último balance hecho público, de 2015, Caixa Ontinyent exhibía un beneficio neto de 3 millones de euros —un 97,98 % superior al de 2014—, tras un resultado de 11,7 millones de euros, de los que 7,6 se destinaron a provisiones y 1,1 millones a impuestos.

Arraigo al territorio

El arraigo al territorio de la Vall d’Albaida y las comarcas centrales y el servicio de dinamización económica y social —son reseñables la acciones de la Obra Social de la entidad, respaldado numerosos proyectos en Ontinyent y las comarcas— son otros de los rasgos distintivos de Caixa Ontinyent que han facilitado su supervivencia ante la aniquiladora crisis.

Unos rasgos identitarios que han sido puestos como modelo por expertos económicos y financieros y ensalzados por políticos de todo signo político. Precisamente, el conseller d’Hisenda i Model Econòmic, Vicent Soler, ponía de ejemplo a la caja en un foro del sector bancario y animaba a la entidad a mantener la «sana, prudente y eficiente» gestión.