Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Impulso turístico

Los colores de Els Ports a través de un viaje otoñal

Un total de once pueblos de la comarca se unen para promocionarse mediante una marca única y exclusiva

Los colores de Els Ports a través de un viaje otoñal

Una explosión de color antes de la llegada del pardo invierno. Estos días los pueblos de la comarca castellonense de Els Ports son un espectáculo de ocres, rojos o anaranjados contrastados con los verdes de los árboles de hoja perenne.

Els Ports es auténtico por su diversidad de muelas allanadas, angostos barrancos, bosques de pinos o robles, castillos, murallas, casas palaciegas y ermitas en la cumbre. Y es especial en otoño para disfrutar de las setas, las trufas, las cabras hispánicas en celo y más visibles que nunca y las rapaces que cubren los cielos y nidifican en roquedales y árboles.

Once pueblos de la comarca se han unido para promocionarse como una marca: ´Els Ports és Autèntic´, una web experiencial con central de reservas gastronómicas y de alojamiento: www.elsports.es y, así, explicar al visitante, que cada pueblo es singular y complementa al de al lado. Se hace imprescindible una visita recorriendo lugares, caminando o rodando por sendas.

Una ruta con identidad

Un sinfín de pueblos con una personalidad propia y encanto infinito nos aguarda en el viaje por la comarca. Si iniciamos la ruta en Vilafranca, en el extremo sur de la comarca, nos encontraremos en el país de la piedra en seco. Kilómetros y kilómetros de muros, 'casetas' y bancales. Piedra sobre piedra sin argamasa. Es la seña de identidad del entorno de un pueblo industrial con un palacio gótico como Ayuntamiento, una espectacular iglesia renacentista, portales de la antigua muralla formada por casas, un horno convertido en restaurante o pinturas rupestres al lado. Este viaje no es profundo. Para conocer cada secreto bien vale la pena dedicar un día a caba pueblo.

Cinctorres vive rodeado de ermitas. En lo alto Sant Cristòfol de Saranyana, más cerca la Mare de Déu de Gràcia y en el centro del pueblo la de San Luis. Y remontándonos más en el tiempo visita obligada al Palau dels Sant Joans con su museo de dinosaurios. Los dinos también están en el yacimiento visitable Anna. Y en museos parada recomendable en el dedicado a los 'faixeros'. De Cinctorres a La Mata. Pueblo como tantos otros de Els Ports de 'l´Espardenya'. Un museo lo recuerda. No en otoño, sino en primavera, llega a La Mata el Onso, que recorre los soportales de la Calle Mayor y las calles del pueblo. Una tradición que une el pueblo con el pirineo.

Camino de Olocau del Rey nos encontramos con la 'catedral de las ermitas'. San Marcos se erige imponente con su plaza porticada en el encuentro entre Castelló y Teruel.

Castillo y palacio dominan La Todolella. El pueblo se arremolina bajo la fortaleza levantada para controlar el Río Cantavieja. De Todolella son conocidas sus danzas guerreras y sus 'espardenyes'. La danza ha dado la vuelta a Europa y es emblema de la comarca junto a las que se bailan en cada pueblo.

Conocer en profundidad la capital de Els Ports merecería capítulo aparte. Más de dos kilómetros de muralla, los infinitos portales, destacando Sant Miquel y Sant Mateu, el castillo en lo alto, la Plaça o calle Blasco de Alagón, la arciprestal basílica, el museo Temps de Dinosaures, el dedicado a las fiestas sexenales. Desde Morella, hacia la costa, serpenteando por la carretera, llegamos a Vallibona. Su iglesia merece mención aparte y, especialmente, el techo medieval pintado datado en el siglo XIV. Y fin de ruta en la Tinença de Benifassà donde las pequeñas villas que salpican el paisaje nos invitan a dejar el móvil para mejor momento.

Compartir el artículo

stats