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Ciutadans fue un pelotazo, pero con 89.840 votos (el 3%) aquí se habrían quedado a medio camino de entrar en las Corts.

La barrera del 5% que vosotros tenéis reduce las opciones de los partidos pequeños. Sus voces nunca se escuchan. En comunidades autónomas no veo muy justificado el 5%; quizás tendría sentido un 5% global para el conjunto de España.

Ciutadans iba de partido distinto y al final tiene las mismas broncas personalistas de todos. Será la condición humana.

Siempre utilizo precisamente la expresión condición humana. Hemos tenido dificultades por eso. Aunque sea un 10% del partido, se mueve tanto que logra crear descontento y desmovilización.

¿No cree que en Valencia hay condiciones para un Ciutadans al revés, por el derecho a respirar de los valencianohablantes?

Podría crearse perfectamente. Es evidente que aquí el valenciano no es una lengua dominante, como lo es en Cataluña desde el pujolismo.

¿Cree que sólo enarbolando la bandera española como mensaje transversal la UPyD de Rosa Díez puede tener mercado?

Está muy centrado en Madrid y en la persona de Rosa Díez y busca descontentos del PP y del PSOE. Un tercer partido en toda España es difícil que tenga espacio. De todas formas UPyD, como Ciutadans, tiene programa global. Tanto que nos lo copió el PSOE canario.

Desde la "España invertebrada" de Ortega parece que no ha pasado el tiempo; sigue el mismo conflicto sobre el acomodo de la pluralidad identitaria.

El Estado autonómico lo ha resuelto en gran parte, pero hay gente que nunca se sentirá cómoda en España porque no quiere ser española. Un nacionalista catalán quiere la independencia y ¿qué le vas a ofrecer desde España? Es legítimo, pero mientras esa posición sea del 20% hay poco que hablar. Pero dejémonos de identidades. Las identidades colectivas son falsas, mitos que nos quieren vender. A fin de cuentas cada uno, individualmente, tienen la suya. El Estado no está para proteger identidades sino para solucionar problemas prácticos de las personas, para garantizar la seguridad, derechos sociales y libertades y que la economía funcione.

Pus desde Extremadura también se apela a la patria chica en el debate de la financiación.

Se hace eso porque la ideología identitaria es tan tonta que todo el mundo la entiende. Se plantea como el ser del Barça o del Madrid, desde la pasión sentimental. El catalán dice que lo atacan por catalán y el nacionalista español responde que el catalán le roba. El preámbulo del nuevo estatuto de Extremadura es demencial, es tan nacionalista como el del Estatut catalán.

¿Qué espera de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut?

Ha de resolver lo que los políticos en el Parlament no han sabido solucionar. Por cierto, es demagógico plantear si la voluntad de los catalanes pesa más o menos que la decisión de doce jueces.

¿Y Cataluña es una nación?

En ningún sitio se dice, eso es una leyenda urbana, pero a todo el mundo interesa vender que el Estatut dice eso. El preámbulo sólo recoge que el Parlament un día dijo que Cataluña es una nación.

¿El nacionalismo español es, desde la Generación del 98, el principal abono para alimentar el nacionalismo periférico?

El nacionalismo español desde la Transición ha hecho que el Estado se dividiera en 17 comunidades, con más competencias que los Estados alemanes y suizos. Creo que se ha moderado muchísimo. En la práctica España es un Estado federal. Sólo queda el Senado, pero ni los nacionalistas catalanes ni los vascos quieren un Estado federal. Lo que quieren es condicionar ellos el Gobierno de Madrid.

Prenafeta y Alavedra, corazón del pujolismo, acusados de corrupción. ¿Qué hay del basurero tapado con la impoluta senyera?

La identidad es que todo se tapa. Se envuelven en la senyera. En el 84, en el caso Banca Catalana, Pujol ganó las elecciones y desde el balcón ya dijo que los ataques no eran contra él sino contra Cataluña.

Lo hace Camps todos los días.

Exactamente. Pujol lo inventó y después lo hizo Fraga, lo hicieron en Andalucía y ahora lo practica Camps. Quiere tapar la corrupción envolviéndose en la senyera.

¿Un gran error del nacionalismo catalán fue tratar a Valencia como Estados Unidos a Guatemala, como su patio trasero?

Fue un error de los nacionalistas en los 80, pero también de los catalanistas de Valencia. Un gran error de Joan Fuster o Eliseu Climent. En el fondo decía: "Escolteu, valencians. Vosaltres sóu l'Horta i la vostra capital no és València, és Barcelona". Eso lo puedes defender, si se quiere, intelectualmente, pero levanta brutales pasiones anti.