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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, abogó ayer por regular los regalos que reciben los cargos públicos, una medida que, en su opinión, ayudaría a clarificar el debate sobre el delito del cohecho pasivo impropio. "Yo francamente creo que esto se debía regular y hablar como se hace en otros países de una cuantía mínima", indicó la dirigente popular al ser preguntada por la situación judicial y política del jefe del Consell.

Aguirre volvió a defender la figura del presidente de la Generalitat y su decisión de volver a ser candidato en las elecciones autonómicas de 2011 a pesar de estar imputado en el caso Gürtel. Según Aguirre, su homólogo valenciano "lleva un montón de años en la política y no se ha enriquecido en absoluto". "Es una persona honradísima desde ese punto de vista", agregó la dirigente popular. La dirigente madrileña matizó que le parece muy mal que un político utilice su cargo para enriquecerse, algo que, en su opinión, "no es el caso de Camps". Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, a Camps se le acusa de haber cometido cohecho impropio, lo que supone que "cualquier regalo que hagan a un cargo (político) es un delito", en este caso, unos trajes. En este sentido, propuso una norma que regule los regalos.

"Su fortuna no ha crecido"

Aguirre insistió en que Camps le parece "un señor cuya fortuna no ha crecido absolutamente" y este aspecto es, a su entender, el que miran los ciudadanos en los políticos, si se han enriquecido o no utilizando su cargo.

Con estas declaraciones Aguirre se suma a la estrategia del PP de tratar de minimizar el delito de cohecho impropio que penaliza la aceptación de una dádiva o regalo que se entrega en consideración al cargo desempeñado sin que sea necesario que la autoridad que lo recibe realice una acción a cambio.