La crisis económica se ceba con los más mayores. A los recortes de la pensión y el copago de las medicinas se une el nuevo papel que les ha tocado ejercer en algunas familias con todos sus miembros en paro al erigirse en los únicos con capacidad para aportar ingresos a las maltrechas economías domésticas. Atrás quedaron las promesas de las diferentes administraciones para ofrecer los mejores servicios públicos. Ahora se impone un panorama desolador de centros de día y residencias sin terminar diseminados por la Comunitat Valenciana, a los que se suman instalaciones abandonadas (cerca de una veintena) por la falta de fondos públicos para su equipamiento.

LA RIBERA

Sin presupuesto para abrir cinco centros ya finalizados

En la Ribera, sólo en centros de día para mayores los ayuntamientos se gastaron, vía fondos del Estado o de la Generalitat, más de cinco millones de euros para construir inmuebles nuevos o adecuar otros. Cinco de estas residencias, en Montserrat, Alginet, Turís, Benifaió y Sueca no tienen usuarios.

El Ayuntamiento de Alginet busca una empresa que se haga cargo de la gestión del inmueble, construido en 2010, mientras Montserrat, Turís, Sueca o Benifaió también buscan alternativas. Fuentes municipales aseguran que es muy complicado ponerlos en marcha porque el Consell se ha desentendido y tampoco abundan las familias que puedan sufragar el coste de esas plazas ni administraciones que pueden sostener tan solo una parte.

Las fuentes también inciden en que la inversión en centros de día se decidió sin estudios socioeconómicos ni de demanda existente y de ahí el fracaso. «Ahí está la inversión muriéndose de risa», asegura el alcalde de Montserrat que ha heredado el centro de día inactivo del pasado mandato del PP. «Es un escándalo. Nosotros hemos tenido que pagar la obra y ahora sacar un crédito del plan de ajuste para pagar a los proveedores. La conselleria nos debe 800.000 euros y más de la mitad son del plan Confianza. Estamos financiando a la Generalitat», lamentó.

LA COSTERA / LA CANAL

Los sobrecostes y la falta de fondos paralizan instalaciones

En Xàtiva, dos centros asistenciales para enfermos mentales esperan durante tres años a que llegue su turno para ser inaugurados.

«Es un escándalo. Hemos tenido que pagar la obra y sacar ahora un crédito para pagar a los proveedores»

El centro de atención para mayores de Chella, con un coste de 500.000 euros, está cerrado a falta de presupuesto

Los trabajos de obra básica tanto en el CEEM (Centro Asistencial para Enfermos Mentales) como en el CRIS (Centro de Rehabilitación e Integración Social), situados en el mismo complejo, terminaron hace meses, pero la falta de fondos por parte de la Generalitat y los sobrecostes de la obra liquidados por el ayuntamiento han dilatado el proceso. A falta de una última inversión para amueblar las instalaciones —que se han ido deteriorando con el paso del tiempo— y acondicionar los accesos, y ante la incapacidad del gobierno autonómico de poder asumir los costes, la diputación que preside Alfonso Rus ha salido al rescate. El órgano provincial acaba de suscribir —hace dos semanas— un convenio especial con el Ayuntamiento de Xàtiva para inyectar 300.000 euros para completar la apertura de un complejo cuya inauguración inicial estaba prevista en 2009. El proyecto estaba presupuestado en 3,3 millones pero ha acabado costando más de cuatro.

En Chella (la Canal) ocurre algo similar. El centro de atención para mayores está terminado desde hace más de un año a falta del equipamiento. El ayuntamiento negocia la apertura con el Consell, pero mantiene en suspenso el proyecto mientras analiza cómo gestionar las instalaciones. «El Estado ahora nos obliga a dedicar todos los recursos a pagar deuda. Nuestra intención era que el ayuntamiento llevara la gestión del centro, pero con el plan de ajuste no nos dejan contratar a más trabajadores», explica el alcalde, Pablo Seguí. Ahora, el centro es un recinto fantasma, a falta del dinero necesario para equipamiento y trabajadores. La construcción del complejo costó unos 500.000 euros. Las obras se iniciaron en 2009.

REQUENA

Un centro de 2,1 millones, abandonado desde 2009

El pleno del Consell aprobó en 2006 destinar ocho millones para construir en Requena una residencia y un centro de día para la tercera edad. Esta decisión fue ratificada por Bienestar Social, que añadió a esta dotación la construcción de una residencia en Sinarcas. A fecha de hoy la residencia no está construida y la que se edificó en Requena es privada.

Las obras del centro de día, con un coste de 2,1 millones, comenzaron en 2007 y en 2009 la constructora las paralizó porque no le fueron abonadas las facturas. El Ayuntamiento de Requena pago las primeras certificaciones, hasta la llegada de la crisis, momento en el que dejó de abonarlas. De los ocho millones aprobados por el Consell y ratificados por la Conselleria de Bienestar Social, Requena todavía no ha recibido ni solo euro. A principios de 2011 finalizaban las obras de la residencia de Ayora. Con un coste de poco más de cinco millones, todavía está cerrada porque la conselleria carece de una partida para el mobiliario. Mientras, en la residencia municipal de Jalance se despidió a varios trabajadores en 2011 y el ayuntamiento tuvo que poner dinero para que siguiera abierta. En los centros de Teresa de Cofrentes y Chiva la plantilla ha cobrado con retrasos sus remuneraciones por impagos del Consell.

EL CAMP DE MORVEDRE

Falta de colaboración entre ayuntamiento y Generalitat

El centro de día para mayores proyectado en Faura hace unos años se ha quedado solo en el papel. Aunque el edificio que lo debía albergar, junto al hogar del jubilado, se ha construido y ya cumple sus funciones como sede de la tercera edad, la puesta en marcha de este otro servicio se ha quedado pendiente. La intención inicial era hacerlo posible gracias a la colaboración del ayuntamiento con la Generalitat, pero la crisis ha dejado el plan en el aire.

En la cercana localidad de Quartell, también hay otro proyecto parado. De igual modo, la crisis ha condenado casi al olvido la Ciudad del Mayor en Algar de Palància. Una urbanización pensada para que los mayores pudieran vivir de forma independiente, pero con todos los servicios.

CASTELLÓ

Terminado pero sin mobiliario

Las obras del Centro Especial de Asistencia al Mayor (CEAM) y el centro de día de Benicàssim se encuentran paralizadas desde el mes de febrero después de que la empresa constructora anunciara que tenía problemas económicos y no podía seguir con el proyecto. El Consell está buscando una nueva empresa para que retome los trabajos que cuentan con un presupuesto de 3,6 millones. Esta no es la primera vez que se paraliza la obra ya que antes del pasado verano también sufrió un parón por problemas económicos de la anterior constructora y se retomaron a principios de septiembre. Y, dos meses después, en noviembre, se estancaron de nuevo al desplomarse el forjado de la primera planta. Una vez se retome la actuación, el plazo de ejecución será de un año como máximo ya que la estructura del edificio está acabada y quedan pendientes los trabajos en la fachada y el mobiliario interno, además de la carpintería y otras actuaciones similares.

En la localidad de El Alto Palancia de Castellnovo, el cambio de color político y la delicada situación económica provocó la paralización de las viviendas tuteladas y del centro diurno de atención a mayores. Unas obras valoradas en un millón de euros, en la que se invirtió en distintas fases más de 520.000 euros.

Dentro del segundo Plan E en Vinaròs se construyó un centro de día para personas dependientes que esta cerrado desde que acabaron las obras a finales del año pasado. En Vila-real el caso más llamativo es el del centro especial de atención al mayor del Pilar, finalizado desde 2009 pero que, a día de hoy, sigue inoperativo.