Una mujer de 47 años, vecina de Almassora, se quemó ayer a lo bonzo en el interior de la sucursal CaixAlmassora situada en la avenida José Ortiz número 59 donde entró gritando "me lo habéis quitado todo", después de que la entidad se hubiera quedado con dos de sus pisos que ya tenía pagados, pero que estaban de aval de una tercera vivienda, explican sus familiares.

Los hechos se produjeron alrededor de las doce de la mañana cuando Inocencia entró en la oficina reprochando al empleado la difícil situación económica en la que se había quedado ya que lleva cinco años sin trabajar, está divorciada, con tres hijos a cargo y ahora tenía que pagar un alquiler. Al mismo tiempo, amenazaba con prender fuego a las instalaciones mientras derramaba líquido inflamable sobre la oficina y, al parecer, sobre ella misma, para posteriormente arder en llamas. En ese momento, varias de las trabajadoras acudieron a pedir auxilio a un bar que hay al lado y desde donde llamaron a los agentes de la Guardia Civil, quienes rescataron a la víctima y empezaron a sofocarle las llamas con un extintor de la propia entidad bancaria.

La propietaria del bar explicó que los agentes sacaron a la víctima por la puerta de atrás que da a la calle Barcelona y la tendieron en plena vía a la espera de la llegada de los servicios sanitarios y los bomberos. Según testigos presenciales, la mujer tenía la cara, las piernas y la cabeza quemadas y permaneció en el suelo veinte minutos. Pese a la gravedad de las heridas, los mismos testigos relataron que estaba consciente y que gritaba: "Mirad lo que me habéis hecho", dirigiéndose al personal de CaixAlmassora.

Una unidad de la SAMU estabilizó a la mujer, que fue trasladada hasta los campos de fútbol municipales para que un helicóptero medicalizado la trasladara al Hospital de la Fe de Valencia. La mujer presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el 48% del cuerpo según el CICU y el pronóstico era grave.

Fuentes de la Guardia Civil informaron que un agente sufrió quemaduras en cara, manos y tobillo y otros tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo y síntomas leves de asfixia. Ningún trabajador de la entidad o cliente resultó herido.

"Una mujer muy trabajadora"

Inocencia L. P. ha puesto cara al drama de la crisis económica y los desahucios en la provincia de Castelló. Divorciada por segunda vez, tiene a su cargo tres hijos -todos varones- de 21, 27 y 12 años y lleva más de cinco años sin empleo. Tras la tragedia, sus familiares destacaron que es una mujer "muy trabajadora", que estuvo contratada en una fábrica azulejera pero que luego trabajó "de todo". "Le da igual una cosa que otra, solo quería trabajar", comentaba un familiar.

Las mismas fuentes añadían que llevaba un tiempo "mal de los nervios" y sus propias amigas confirmaron que la semana pasada le llegó otra carta del banco y que comentó que iría a la sucursal con un "bidón de gasolina" y lo "quemaría todo". Además, "nos dijo que el embargo de las casas le había dejado en una situación muy complicada porque aún tenía que responder a parte de la deuda y al alquiler de la casa donde residía con los niños". Uno de los familiares añade que hace unos años le diagnosticaron una dolencia, por la que le reconocieron una minusvalía y cobraba una pensión de 300 euros. Para ganar un poco más de dinero "vendía lotería de una ONG". Puede que ayer pensara que ya no podía más y tomó una decisión dramática, aunque Inocencia siempre ha sido una mujer "fuerte".

Con 25 años se quedó viuda con dos niños pequeños tras fallecer su marido, camionero de profesión, en un accidente de tráfico. Durante el tiempo que estuvo con el padre de sus dos hijos mayores adquirieron los dos pisos que tenía pagados. Con los años, Inocencia rehizo su vida con otro hombre con el que se compró una villa, aportando como aval las dos viviendas que tenía en propiedad. Con su segunda pareja, Inocencia tuvo a su tercer hijo y, poco después, se volvería a separar.

Fue entonces cuando se quedó con la villa que, después de 5 años sin trabajo, no pudo mantener y fue embargada por el banco, según explica la familia quien añade que, antes del embargo de la villa ya le habían "quitado" los otros dos pisos. Esta versión no pudo ser confirmada por la entidad ya que su director general, Jorge Mallol, no quiso hacer declaraciones. Pese al embargo de las tres viviendas, Inocencia todavía tenía que hacer frente a parte de la deuda con CaixAlmassora.

"Tengo cosas más precisas que atender"

El director de CaixAlmassora, Jorge Mallol, no quiso hacer declaraciones sobre el suceso y aseguró que tenía cosas "más importantes" que "atender". Mallol acudió a la sucursal de la calle José Ortiz de Almassora para recabar información del suceso. Además, tuvo que ir al cuartel de la Guardia Civil a prestar declaración, junto a varios empleados. No quiso informar de la situación económica de su clienta y el motivo por el que Inocencia acudió a sus oficinas. Los trabajadores también declinaron realizar declaraciones