Verds-Equo mostró ayer su disposición a ceder en su negativa inicial a aceptar una nueva convocatoria del Consell General de Compromís para votar por segunda vez el reglamento de primarias en aras de que se apruebe con el aval de la dirección ampliada de la coalición. Pero desde la formación ecologista se insta a abordar el problema de fondo, más allá de las primarias: las diferencias sobre cómo se concibe el proyecto de Compromís.

El coportavoz de los verdes Julià Àlvaro sostuvo, en declaraciones a este diario, que el «problema es cómo se concibe Compromís». «Si no se entiende como un proyecto político con distintas sensibilidades y se pretende hacer el partido único con unas bases únicas, una nueva versión del Bloc, solamente se conseguirá caer en un espejismo y acarreará problemas». Para Àlvaro, «el conflicto no es Castelló, ese no es el problema, sino saber si hay o no una voluntad real de superar la coalición desde la pluralidad».

La crisis abierta a raíz de la no aprobación de las normas de las primarias en el Consell General obliga a «resolver este asunto». Pero, para los ecologistas, «solucionar este punto no servirá de nada si no hay un acuerdo cerrado sobre el presente y el futuro». «Es muy poco presentable», dijo, que a estas alturas no esté maduro ese debate.

«No solamente hay que resolver las primarias, sino qué proyecto hay para después. Sería un desastre que Compromís se rompiera antes de las elecciones, a seis meses vista de los comicios, pero aún seria peor que embarrancara luego y se rompiera», explicó el también periodista y ex miembro del comité de redacción de Canal 9. «Si Compromís se fractura seis meses antes de elecciones el cambio en este país se hipotecaría, pero si se rompe después sería la muerte del cambio; ríete de lo que pasó con el tripartito en Cataluña», sentenció Julià Àlvaro. «En este sentido, si ha romperse, mejor que salte por los aires ahora que después», abundó.

Àlvaro presentará mañana, junto al diputado Juan Ponce, el colectivo local de la ciudad de Castelló, donde precisamente radica uno de los focos de conflicto principales en torno a la reserva de cuotas para formaciones distintas al Bloc en la candidatura municipal. Finalmente, los nacionalistas aceptan ceder el 3 y el 4 en la lista local, aunque, la mayoría de los «adherits» en la capital de la Plana son afines al Bloc, motivo de recelo entre los otros socios de la coalición.