El cogerente de la empresa pública Divalterra, sustituta de la manchada por corrupción Imelsa, reconoció ayer a Levante-EMV que utiliza el vehículo del que dispone para uso oficial también fuera del horario laboral y para sus desplazamientos personales. Victor Sahuquillo, cargo de confianza del presidente de la Diputación de Valencia Jorge Rodríguez (PSPV), explicó a este diario que lo hace de una forma «legal» y con el conocimiento del máximo dirigente de la corporación provincial. Esta información se suma a la polémica que ha levantado una serie de facturas que Sahuquillo cargó a Divalterra por consumiciones de bebidas alcohólicas en comidas de empresa.

El cogerente puso de manifiesto que por el uso del coche paga «una cotización». Según explicó, ha optado por usar el vehículo de la empresa y no el suyo propio fuera de su jornada laboral para tener mayor disponibilidad «en caso de emergencia», ya que, como recordó, es el encargado de las brigadas forestales de la Diputación de Valencia «y en cualquier momento puede producirse un incidente».

De esta manera, sostiene Sahuquillo, no pasa kilometraje a la firma pública, sino que directamente paga de su nómina mensual una cantidad a Hacienda en concepto del vehículo (porcentaje que no supo determinar), una parte proporcional respecto a lo que Divalterra paga por el renting del coche. Este automóvil, así como otro asignado a «servicios centrales» que puede utilizar cualquier empleado de la empresa, se adjudicó el pasado 20 de octubre a la empresa Alphabet España Fleet Management SA por un valor de 52.800 sin IVA en un servicio de renting, modalidad por la que opta Divalterra en lugar de comprar y adquirir nuevos vehículos en su flota.

Sahuquillo indicó a este diario que el hecho de usar el coche oficial también fuera del horario laboral «ocurre en muchas empresas. Los visitadores médicos, por ejemplo, también lo hacen. La parte del día que no lo usas por motivos laborales se cotiza, Hacienda la retiene», detalló. Sin embargo, la disyuntiva se plantea a la hora de pagar gastos de gasolina, ya que resulta difícil discernir en qué momento es uso privado o uso laboral. En este sentido, el cargo público señaló que él se paga el consumo de gasolina cuando se trata de esos momentos en que no está trabajando.

Agustina Brines, la otra cogerente de la firma pública de la diputación, no utiliza este servicio de vehículo, según detalló el propio Sahuquillo.

Cinco coches

Por las manos del cogerente han pasado en poco más de diez meses, los que lleva en el cargo, cinco coches. Entre las razones de tanto cambio se encuentra el factor altercados. Uno de los vehículos sufrió un atraco. Rompieron una ventanilla cuando fueron a robar una cartera. Otro fue golpeado por la parte trasera cuando estaba aparcado. «Como era eléctrico, la puerta no se cerraba», detalló el cogerente.

Tanto estos dos coches como otros tres eran alquilados. De ahí la explicación que aporta el cogerente respecto al cambio tan frecuente de automóvil. «Cada determinados kilómetros, las casas de alquiler te cambian el vehículo y te dan otro nuevo», añadió. Ahora ese servicio de alquiler que se iba prorrogando ha sido sustituido por el de renting, licitado el pasado mes de septiembre para los próximos cuatro años.

Tanto Sahuquillo como Divalterra han sido objeto de polémica en las últimas semanas por gastos revelados en la auditoría interna. Según publicó Las Provincias hace unos días, el gerente cargó a la empresa pública facturas de comidas de empresa de este verano en las que también había gasto en gintonics, whisky y licores. De estos gastos serían conocedores también los socios de gobierno de la corporación provincial y cogerentes de la antigua Imelsa.

Compromís, sin embargo, prefiere «esperar» y ver cómo solventa el PSPV esas «incidencias, que no irregularidades», como señalan fuentes socialistas, antes de pedir mayores responsabilidades. Por el momento, se conforman con el toque de atención que Rodríguez dio a su cargo de confianza cuando se airearon estos gastos. Fuentes de presidencia señalaron que «de momento» no se plantean cesar a Sahuquillo. «Se trata de errores subsanables», explicaron.