Jordi Ruiz, Castelló

-¿Cómo y de quien surge la decisión de que usted deje el Senado para incorporarse a la lista del Congreso?

-Del partido, que es el que decide en cada momento quién y desde dónde debemos servir mejor a los intereses de los ciudadanos. Estoy muy agradecida al presidente Camps y al comité electoral provincial por la confianza que, una vez más, han depositado en mi persona.

-¿Es cierto que su padre le aconsejó quedarse en el Senado?

-El presidente provincial sabe muy bien que cuando una persona está comprometida con unas siglas y unos principios está al servicio de los intereses del partido al que pertenece. Yo milito activamente en el PP desde hace 17 años y he formado parte del comité ejecutivo provincial y del comité electoral nacional.

-¿Era consciente de la repercusión y ataques que iba a recibir?

-Si le soy franca pensé que tan cerca de una convocatoria electoral el Partido Socialista aprovecharía el tiempo para trasladar a los ciudadanos su proyecto para Castelló y no perdería el tiempo en insultar a una mujer, trabajadora, que apuesta por esa transformación que Castelló necesita para seguir ganando el progreso. Pero a medida que hemos ido entrando en campaña hemos sabido que el ataque personal es lo único que le queda a un partido que se ha plegado a los intereses de Zapatero y ha decido olvidarse de Castelló.

-¿Es usted la heredera de la saga política de los Fabra?

-En democracia los cargos no se heredan, se ganan en unas elecciones. Lo que mi partido espera de mí es que siga trabajando por ese compromiso que adquirimos con la provincia y que tan buenos resultados ha venido dando.

-¿Con qué perspectivas electorales afronta el PP el 9-M?

-Con el mejor programa, el mejor equipo y el compromiso de gobernar para todos los españoles. El PP es el único que puede darle la vuelta a un futuro cargado de incertidumbre, fruto de la imprevisión del Gobierno de Zapatero, que ha defraudado también a quienes le dieron su confianza en 2004. Nosotros no renunciamos a convencer a quienes entonces no nos dieron su apoyo. Rajoy gobernará para todos sin excepciones.

-Parece que se les ha vuelto en contra el discurso del agua, ¿le incomoda que no aparezca de forma explícita en el programa el trasvase del Ebro?

-¡Sí que aparece! La postura del PP en materia hídrica es inequívoca. Habrá solidaridad entre cuencas y eso incluye transferencias de todas las excedentarias a las deficitarias garantizando recursos a todas las comunidades autónomas. El PP es el partido del agua para todos frente a quienes quieren secar nuestros campos, desalar nuestro mar y convertir la provincia en el vertedero de España. No es tarde para invertir esa situación y nosotros tenemos el compromiso de hacerlo.

-¿Se atreve a poner fecha para la llegada del AVE a Castelló?

-A lo que si puedo comprometerme es a que el PP no aprovechará la cercanía de unas elecciones para cerrar fechas concretas sin conocer el estado actual de la tramitación administrativa de ése o de otros proyectos. Ni tampoco fijará plazos para no cumplirlos. La distancia entre la fecha inicial que dio el PSOE para la llegada del AVE a Castelló, que fue 2007, y la nueva fecha, de 2012, es de cinco años. Imagínese la precipitación del primer compromiso y la falta de ambición del segundo.

-¿Qué balance hace de la legislatura?

-Han sido cuatro años perdidos, en los que se ha pretendido amordazar a un partido que representa a 10 millones de españoles. Han predominado los intereses de minorías parlamentarias frente a los intereses de la mayoría. Zapatero ha vulnerado incluso señas de identidad de la izquierda como eran la igualdad, por los desequilibrios territoriales que se han establecido, y la ética, por las mentiras con las que ha traicionado al pueblo español. Se han roto todos los consensos alcanzados y se ha demostrado que Zapatero es la peor hipoteca para el futuro de España y de los españoles.

-Ustedes hablan de inseguridad y el PSOE responde con las cifras de delincuencia la época de Aznar ¿A quién creemos?

-Es vergonzoso que por instrucciones del Ministerio del Interior se haya secuestrado información sobre seguridad a los ciudadanos. Hemos asistido a un apagón informativo sin precedentes que nos ha impedido conocer oficialmente los datos que todos conocemos extraoficialmente. Y es que con la seguridad ciudadana este Gobierno no ha conseguido engañar a los ciudadanos porque, por desgracia, somos nosotros los que la estamos sufriendo

-¿Qué es lo primero que impulsaría el PP en Castelló si gana?

-La segunda transformación de una provincia que hace 12 años, con la llegada del PP a los principales ayuntamientos, a la Diputación y a la Generalitat, recuperó la confianza en su capacidad y posibilidades. Hoy necesita que se siga creyendo en el esfuerzo que muchos castellonenses hicieron entonces, apostando por la creación de empleo, de oportunidades y de riqueza. Y esa nueva y definitiva transformación llegará de la mano de proyectos como el aeropuerto, que, a pesar de los obstáculos de los socialistas, será pronto una realidad y también de todas esas infraestructuras, bloqueadas durante los últimos cuatro años.

-¿Usted cree también que la familia tradicional está amenazada? ¿Beneficia a su partido que los obispos se hayan alineado junto al PP?

-La familia ha sido una de las grandes olvidadas de este Gobierno y la institución que más está sufriendo la nula, y por nula, irresponsable política económica de Zapatero, que con su pasividad indolente ha renunciado a llevar a cabo las reformas necesarias para preparar este país para el futuro. Respecto a la Iglesia, que yo sepa, ha manifestado libremente su opinión, como viene haciendo en cada convocatoria electoral y no se ha alineado con ningún partido en concreto. Quien sí ha pedido expresamente el voto para el PSOE ha sido la Conferencia Islámica, que, por cierto, lo ha hecho ejerciendo la libertad de expresión de la Constitución.

-¿Qué le parece que el caso judicial que afecta a su padre lleve ya cuatro años en marcha?

-Siempre he manifestado mi absoluto respeto por la administración de justicia. Pero ciertamente cuando la justicia es demasiado lenta puede devenir en injusticia. Tras cuatro años son ya cuatro fiscales y nueve juezas. Y no hay ni una sola prueba salvo el falso testimonio de un condenado por violación, secuestro y apropiación indebida que hoy está en la cárcel, olvidado incluso por quienes le convirtieron en su mejor argumento político.

-¿Le preocupa que a usted también le investiguen?

-En absoluto.