El Ayuntamiento de Ontinyent ha iniciado la primera fase de las obras de reurbanización integral de la calle Pintor Segrelles, enmarcadas dentro del Plan de Eficiencia Urbana promovido por el gobierno municipal. La actuación, presupuestada en 277.000 euros, cuenta con un plazo de ejecución de 5 meses e incluye mejoras en la red de pluviales, agua potable, alumbrado público, pavimentación, mobiliario urbano, red de riego o jardinería. Los trabajos se han dividido en dos fases para minimizar las molestias provocadas al vecindario del barrio.

La intervención se centra en el tramo que conecta las calles Martínez Valls y José Iranzo, donde se ampliarán las aceras de 2 a 3 metros de anchura, y se establecerá el sistema de aparcamiento en cordón a cada lado del carril de circulación y a la misma cota de la acera. El alumbrado actual se sustituirá por farolas ornamentales que formarán conjunto con las nuevas instaladas en la zona, con un total de 24 luminarias LED de alto flujo luminoso blanco cálido

Los trabajos fueron visitados ayer por el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, junto a una amplia representación de concejales de la corporación y representantes de la Asociación Vecinal de Sant Josep. Rodríguez dijo que las actuaciones del Plan de Eficiencia Urbana persiguen «lograr una ciudad mejor para los viandantes, haciendo de la vía pública un espacio de convivencia, más amable y accesible, donde todo el mundo pueda circular con facilidad». La intervención, que ya se presentó meses atrás, da continuidad a las mejoras desplegadas por el consistorio en la calle Martínez Valls y su entorno, una arteria comercial donde se asienta el Centro Comercial El Teler. El presidente de la asociación vecinal, Jesús Ramos, valoró las obras de una forma muy positiva y destacó que supondrán «una modernización de la vía que tendrá un positivo impacto en el bienestar de las personas y la dinamización del comercio, en coherencia con otras intervenciones realizadas a la zona».

Por su parte, el regidor de Territorio, Jaime Peris, detalló que la actuación, ejecutada por una empresa de Ontinyent, «dará cumplimiento a las recomendaciones que se establecen en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) para la transformación de los cruces del barrio de San Josep en espacios compartidos», a tiempo que «mejorará el atractivo comercial de la zona». El proyecto salió a licitación en noviembre con un presupuesto de 400.000 euros, una cuantía que se ha visto rebajada en la adjudicaicón.