Hay victorias y victorias. La de anoche en Xàtiva es de las que hacen historia. Porque Raval, dominadora de la competición en los años 70 con aquellas fallas de Manolo Blanco y brillante ganadora de 1986 y 1987 con un tal Paco Roca, hacía 31 años que no paseaba el banderín supremo desde el salón de plenos del ayuntamiento hasta la plaza del Pintor Tudela. Y lo hizo anoche, para gozo de sus falleros veteranos. Pero también para en torno a un 80% de componentes de la comisión que no saben lo que es ganar o que eran bebés las últimas veces y apenas se acuerdan. La falla del debutante en Xàtiva Fernando Llopis sumó 336 puntos, superando así en la sección especial a Espanyoleto (segunda, con 322); a República Argentina, tercera (261) y a Ferroviària, cuarta con 253.

La otra gran triunfadora de la noche fue Abú Masaifa, una comisión que siempre ha apostado por el cadafal infantil y que ha sumando muchos premios de la especialidad pero que ya hacía ocho años que no lo ganaba. La falla firmada por Xavier Gámez era clara favorita y se impuso en la especial, con 378 puntos, a Murta-Maravall (segunda, con 289); Espanyoleto (tercera, con 257) y Ferroviària, cuarta, que sumó un total de 236.

Con un retraso de 22 minutos sobre el horario previsto (retraso muy incómodo de sobrellevar entre los presidentes y las falleras, presas de la tensión por los galardones) la lectura d elos galardones de las fallas de Xàtiva corrió a cargo del alcalde, Roger Cerdà. Se arrastran los problemas de otros años, pero parece que la Junta Loal Fallera ignora las sensatas sugerencias de mucha gente: es inaguantable la lectura casillero a casillero de les cuatro competiciones del rally, por ejemplo. O que ayer se leyeran no ya los premios si no las puntuaciones, una a una, del consurso del Ninot cuando resulta que estos galardones ya se ha entregado y además cuentan con un acto específico el día de la Crida.

Sant Jordi en la sección de plata

En la sección primera de fallas grandes, con tres fallas en liza, Sant Jordi se coronó ganadora con una falla obra de Juane Cortell (275 puntos). Sus competidoras —Murta-Maravall y Molina-Claret— sumaron 261 y 208, respectivamente. Con seis fallas, la sección segunda estaba muy competida. Y se llevó el primer prio Juan Ramón Jiménez (252) por delante de Abú MAsaifa, con 237, y El Cid-Trinitat, con 236). Completaron la categoría, por este orden, Selgas-Tovar, Passeig-Cardenal Serra y Benlloch-Alexandre VI. La falla vencedora la firma Josep Almiñana. Finalmente, la sección tercera coronó Mercat (230 puntos, obra de Cimas y Guerrero). segunda y tercera (218 y 189) fueron Corts Valencianes y Sant Feliu, y completaron la sección Sant Jaume, Tetuán y Carme.

En infantiles, el duelo a dos de la primera entre Molina-Claret y Raval se decentó del lado de la primera; en segunda, Selgas-Tovar (Xavier Ureña) se impuso a sus otroas cinco rivales. Y Carme saboreó la gloria de un primer premio con su vicotria en una tercera que sumaba siete monumentos, con una falla firmada por Vicente Gomar.

Los apreciados banderines a la mejor crítica local y a la mejor crítica fallera se decantaron del lado de Molina-Calret ambos, todo un reconocimiento al cadafal de Xavier Herrero, ausente de la sección especial por segundo año.

El siempre competido concurso de llibrets no coincidió en el orden con los premios de la Generalitat, certamen que no premia lo mismo pero que es inevitable tomar como referencia. Así, República Argentina quedó por delante con su magnífico trabajo (88,17 puntos) por delante de Juan Ramón Jiménez (segundo premio, con 84,17, y Espanyoleto (tercero, con 77,83). El apartado específico de mejor cubierta se lo llevó Molina-Claret.

En los llamados premios de participación (presentaciones, rally y cabalgatas del Ninot...) hubo mucha diversidad. Por un lado, la gabalgata de adultos se la llevó Sant Jordi por delante Molina-Claret y República Argentina; la infantil: Espanyoleto, seguida de Selgas-Tovar y Molina-Calret. Mientras que los grupos escénicos del desfile se los anotaron Molina-Claret en grandes y Argentina en infantiles. En el rally, la hegemonía de Ferroviària no fue tanta este año y Murta-Maravall pescó el galardón de dos de los apartados. El concurso de presentaciones, divido por espacios (Gran Teatre o Sant Agustí) estaba muy reñido en el primer caso con doce fallas. Se impuso Selgas-Tovar por delante de Espanyoleto y Abú Masaifa, que cosecharon 21,61, 20,85 y 19,48 puntos, respectivamente. Corts Valencianes (46,3) se hizo con el banderín supremo del apartado de la segunda parte de las presentaciones, con siete fallas en liza, y superó a Sant Feliu y Sant Jordi, que sumaron 34 y 33 puntos. Corts Valencianes se llevó también el premio a la mejor decoración en torno al monumento fallero, con El Cid-Trinitat y Sant Feliu segunda y tercera. En este mismo apartado pero en infantiles, el banderían se lo llevó Ferroviària por delante de Corts y Mercat.

Las fallas de Xàtiva de 2018 ya tienen, pues, su propio álbum de galardones. La sección especial no es espctacular comparada con las de Alzira o Gandia. Pero este año, y quizá por la moderación en los presupuestos, había cierta sensación de igualdad entre las cuatro y de quinielas abiertas, aunque Raval era favorita en la calle. Estas cuatro y unas muy pocas más de secciones secciones inferiores son cadafals que no están nada mal. Un dato es que de haber ganado Espanyoleto, su autor, Pere Baenas, hubiera firmado para Xàtiva un doblete jamás soñado: ganar la especial de la capital de la costera y la de Valencia, ya que ayer se alazaba con el máximo galardón de Valencia (Convcento Jerusalén). Pero hay unas cuantas fallas hundidas en presupuestos de supervivencia, minúsculas o de una calidad pésima.

Unas fallas sin Paco Roca

Por otro lado, las de este año son unas fallas significativas también en cuanto a talleres locales: desaparece Paco Roca, que todavía construyó en 2017 pero que no llegó a la plantà y hoy ya no posee taller tras haber ganado doce primero premios absolutos. Xavier Herrero no está en la pomada de la especial después de casi diez años seguidos aspirando a ello (y ganando varias veces) con Ferroviària, aunque es el que más fallas planta en Xàtiva por cuarto año seguido. Y la trayectoria de primeros premios seguidos de Venancio Cimas (uno con Alfredo Bernat y dos con Francis Guerrero) en República Argentina se ha frenado. Como tampoco acaba de obtener este galardón Josep Almiñana.