La trama que estafó 23 millones con la venta de carburantes blanqueó dinero en Xàtiva

Las empresas condenadas por la Audiencia Nacional compraron una gasolinera en la localidad con los beneficios ilícitos del fraude del IVA para intentar monopolizar el sector

Imágenes del dinero intervenido en la operación de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria.

Imágenes del dinero intervenido en la operación de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria.

Sergio Gómez

Sergio Gómez

El entramado delictivo que acaba de ser condenado por defraudar cerca de 23 millones de IVA en la compraventa de hidrocarburos mediante la comercialización ficticia de metales preciosos extendió sus tentáculos hasta Xàtiva. La localidad aparece citada en repetidas ocasiones en la sentencia dictada por la Audiencia Nacional como uno de los centros de operaciones de la trama del carburante liderada por un empresario radicado en València.

Al frente de la empresa el ahora condenado supuestamente adquirió por 150.000 euros el solar de una gasolinera cerrada en Xàtiva en 2016 con los beneficios ilícitos obtenidos de una operativa fraudulenta cuyo principal objetivo era eludir el pago de ingentes cantidades de la liquidación del IVA correspondiente a la compraventa de hidrocarburos.

Para materializar el engaño a Hacienda, los acusados aparentaban desplegar una actividad comercial paralela basada en la compraventa de metales preciosos entre España y Portugal a través de empresas pantalla o "trucha". De esta forma, las compañías de la red se enviaban paquetes que circulaban desde València hasta Oporto, aunque no contenían nada de valor. Lo que se declaraba como "soldadura de oro de 22 quilates" en realidad solo era sal o cúrcuma. De esta forma se simulaba un presunto comercio en realidad inexistente para justificar un IVA irreal.

Una veintena de implicados en la trama han sido condenados a penas que suman 30 años de cárcel, junto al pago de de una indemnización de 23 millones de euros a la Agencia Tributaria por el dinero defraudado entre 2015 y 2016. Aunque inicialmente la Fiscalía pidió 288 años de prisión para los acusados, la confesión de los hechos redujo notablemente la condena global por delitos contra la Hacienda Pública, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales.

Compra de gasolineras

Presuntamente, uno de los métodos de blanqueo utilizados por el entramado era la adquisición de gasolineras. Además de cerrar la compra de un solar que alojaba una estación de servicio en Xàtiva por un precio generoso, la misma empresa también se hizo con otros establecimientos de hidrocarburos en Castelló y Ribarroja.

Según la Guardia Civil, el objetivo de la organización criminal desarticulada era monopolizar la distribución de hidrocarburos en determinados territorios. Para ello ofrecían el producto a la gasolineras a un precio sensiblemente más bajo que el resto de distribuidores, puesto que no ingresaban el IVA que repercutían en la venta de los combustibles.

De esta forma, la organización servía a una extensa red de minoristas, acaparando cada vez más mercado y expulsando de él a aquellos operadores que actúan legalmente. El siguiente hito en la planificación criminal de la organización fue acaparar territorialmente la venta directa al público del hidrocarburo mediante la compra de gasolineras. Así intentaban nuevamente que otras gasolineras que geográficamente se ubicaban en las proximidades de las estaciones de servicio adquiridas abandonaran el negocio.

La tapadera del comercio de metales preciosos también era utilizada para blanquear sus beneficios ilícitos, adquiriendo oro en grandes cantidades que después lo convertían en dinero para adquirir gasolineras, locales, hidrocarburos o patrocinar equipos de motociclismo.