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La llamada "crisis de los pepinos" continúa generando consecuencias devastadoras para el sector hortofrutícola de la Comunitat Valenciana. A la pérdida de actividad productiva desde la alarma alimentaria provocada por Alemania el pasado 26 de mayo -en el campo, la distribución comercial y el transporte - se suma también el desplome de precios de los principales productos hortofrutícola, cuya caída oscila entre el 30 % y el 100 % según los tipos de cultivos. Así lo constata el informe realizado por la Asociación Valenciana de Agricultura (AVA-Asaja) al comparar las cotizaciones actuales con los anteriores a la citada crisis por el brote de la bacteria E.coli en Europa. La disminución de la demanda ha dejado sin salida comercial a la mayor parte de los productos destinados a la exportación. Mientras Alemania mantiene las alertas y no recomienda el consumo de pepinos, tomates y lechugas, países terceros como Rusia, El Líbano y Qatar han prohibido las importaciones de verduras procedentes de la UE pese a las infundadas acusaciones de la autoridades germanas.

El sector agrario prepara ya la retirada de algunos productos para ser destruidos, entregados a centros de beneficencia o emplearse para la alimentación vegetal porque no ha podido vender sus cosechas. Según AVA, en solo quince días el precio ha bajado un 40 % en berenjenas, 68 % en patatas, 37 % en tomate valenciano y 30 %, en calabacín y pepino. Pero no solo han perdido valor las hortalizas, ya que la fruta de verano se ha visto perjudicada seriamente. La pérdida de cotización afecta de lleno a buena parte de la fruta de hueso de la Comunitat Valenciana: cereza (-75%), albaricoque (-50 %) o nectarina (-30 %). Mientras, el precio de las sandías es un 25 % inferior.

Ventas y transporte al ralentí

Tanto desde el campo como desde los almacenes hortofrutícolas se reconoce que la actividad sigue al ralentí en el arranque de la semana. "El sec?tor hortofrutícola está muy preocupado porque la actividad en los mercados continúa bajo mínimos, la demanda no se anima y los precios en el campo no cesan de caer", lamenta el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado. "De poco ha servido demostrar que los pepinos españoles estaban limpios. Se están cumpliendo los peores augurios y, de momento, la recuperación está resultando demasiado lenta", según el dirigente agrario. El presidente del consejo sectorial de frutas y hortalizas de Cooperativas Agroalimentarias de España, el valenciano Cirilo Arnandis, aseguró ayer que la actividad se recupera "tímidamente", aunque las existencias se acumulan en los almacenes, que han dejado de trabajar. El vicepresidente de la patronal del Transporte Fvet, Jose María Armero, indicó que todavía un 65 % de la flota de transporte frigorífico en toda España siegue paralizada.

Varias toneladas de berenjenas pasarán a ser comida para el ganado. Así lo han decidido los productores de Frutas Sanchis, de Xeraco, llevan casi dos semanas sin poder dar salida a sus hortalizas, según informa Toni Álvarez. En los campos de los hermanos Sanchis, algunos hombres recolectan las berenjenas y las dejan tiradas en el suelo. Este negocio familiar emplea a un centenar de trabajadores eventuales.

Alertas con "criterios científicos" en la UE

El comisario europeo de Salud y Protección al Consumidor, John Dalli, ha descartado que el sistema europeo de alerta sanitaria necesite de una reforma para evitar crisis como la de la bacteria "E.coli", pero ha defendido "ajustes" para favorecer que en el futuro la alerta se active en base a lo que exijan los datos científicos y "no por cualquier declaración". Dalli evitó criticar la respuesta alemana ante los primeros casos de infección por el brote letal de "E.coli", cuando las autoridades de este país apuntaron a unos lotes de pepinos españoles como origen de la contaminación, pero ha apostado por evitar "declaraciones" mientras no se basen en hechos "probados". La hipótesis de los pepinos procedentes de Andalucía como foco del brote fue descartada días después del inicio de la crisis alimentaria. e. p. bruselas