Usted siempre se muestra favorable a mantener el estatus actual. ¿Cómo lo justificaría?
Porque es lo más cómodo y operativo para los falleros. Nos evitaríamos enfrentamientos entre nosotros, porque las fallas somos como somos, esto es muy goloso y estoy convencido de que nos llevaría a conflicto. ¿Serían cargos remunerados? ¿No? Porque compaginar un trabajo con estar 24 horas a disposición de la gestión es complicado. Además, un concejal, sea del partido que sea, siempre es un interlocutor más operativo cuando hay un conflicto con otra concejalía. Sinceramente, una independencia del poder municipal no la veo. Sería un error. Hay bastante más que perder que de ganar.
Siempre se dice que el ayuntamiento es un paraguas.
Hay un aspecto en el que no se ha caído: en caso de accidentes, el ayuntamiento, por ser Organismo Autónomo Local, acaba siendo siempre el responsable civil subsidiario subsidiario. Si nos vamos, ¿quien asumiría esa situación? Hay que pensar las cosas aunque ideas como la de la independencia puedan sonar bien.
¿Y ante el argumento de que "entonces manda un político"?
Sólo si tomamos decisiones importante podemos avanzar. Siempre he pensado, por ejemplo, que más que un presidente independiente, sería más operativo una figura que estuviera a mitad camino. Una especie de mediador fallero con la clase política. Igual que todos los asesores ejecutivos que tiene el concejal que lo son por afinidad política. Pues bien, uno que procediera, por elección, del mundo de las fallas, que participara activamente en las reuniones y estuviera permanentemente informado, seguro que sería mucho más productivo.
Desde 1991, los presidentes empezaron a incorporar delegados de sector a la directiva. Ahora tienen que ser tres por exigencia reglamentaria
Ya, pero son responsables de áreas en la JCF. No es lo mismo que estar en permanente contacto con los concejales.
Le pregunto lo mismo que a José Manuel Cort, que es «independentista». ¿El sentimiento secesionista es producto de una situación de crispación?
No me cabe duda. Cuando hay tranquilidad, no se piensa en estas cosas. Se han tomado decisiones de forma errónea por parte de la presidencia y eso pasa factura. Ahora acudo a reuniones que dicen que el balance en el último año y medio es negativo por exceso de situaciones polémicas. Si las decisiones ejecutivas son buenas, nadie pensaría en independencias. Y hay muchos proyectos que, con voluntad, harían olvidar esto.
¿Hay trasfondo político?
Pienso que no. Cuando a Real se le atacaba se decía que en la asamblea eran «azules». Cuando se presionó a Félix Crespo y a Lledó, resulta que la asamblea era «roja». Ahora, al revés. Pienso que no. Más aún, Pere Fuset debería darse cuenta que la gente que está siendo más crítica con él es gente que es de izquierdas. Yo, por ejemplo, a lo mejor estoy más alejado de él y estoy demostrando ser muy dialogante.
No se fía usted de lo goloso que sería una presidencia.
Vamos, estoy convencido de que para presidir una Junta independiente, que seguramente significaría tener sueldo para hacer algo que siempre hago gratis... saldrían novios por todas partes
Se antoja difícil que una JCF independiente gozara de las prestaciones que ahora.
Habría subvención y prestación de servicios, si. Pero es verdad que, cuando se te va el presupuesto y eres concejal, lo comentas con la corporación y te asignan más dinero, cosa que de esta forma no pasaría: te tendrías que conformar con lo que te dan. Antes preferiría una concejalía con una financiación verdaderamente ajustada al retorno que dan las fiestas. No el uno por ciento del presupuesto de la ciudad, como ahora. No hay ningún pueblo que dedique tan poco porcentaje.
