Once organizaciones de comerciantes, hosteleros y empresas han denunciado la venta ilegal de bebidas y comida durante las «mascletades», una actividad que a su juicio debería controlar la Policía Local, por lo que han pedido una reunión con el alcalde, Joan Ribó, para conocer de primera mano las medidas adoptadas en este sentido.

Los 11 colectivos han tomado esta decisión tras el primer fin de semana del mes de marzo, en el que, «mientras que por un lado se cortaba el acceso a comercios, bares y restaurantes en horario de máxima afluencia, por otro, decenas de lateros y vendedores ambulantes ocupaban la misma plaza del Ayuntamiento en plena mascletà».

Estos vendedores ilegales, además de ser una competencia desleal directa para comerciantes y hosteleros, «suponen un grave riesgo para los consumidores al no cumplir ninguna medida higiénico-sanitaria que garantice la salubridad de los productos que ofrecen de manera ilícita», explican los colectivos implicados.

Ayer, Ribó ya contestó a estas cuestiones asegurando: «El tema de la venta ambulante es una cosa que ha estado siempre. La policía tiene órdenes de no permitirla, lo que no vamos a hacer es militarizar la sociedad o a las fallas para que esto no se produzca».

Ayer mismo la policía realizó 65 intervenciones contra mochilas, bolsas de deporte, carritos de compra, y dos paquetes con zapatillas. Como consecuencia de estas intervenciones fueron decomisados 2.200 botes de cerveza, 300 botellas de agua y refrescos y 6 cajas de papas y pipas.