Cuatro artistas falleros (Vicente Llácer, José Jarauta, Inmaculada Ibáñez y Toni Fornes), las falleras mayores de València Rocío Gil y Daniela Gómez; el que fuera secretario general de la JCF, José María Picó (padre de la concejala de Ciudadanos Amparo Picó) y la concejala Sandra Gómez fueron los recompensados con el Ninot d'Or en la fiesta del Gremio de Artistas Falleros de ayer -además del reconocimiento a los jubilados Juan Carlos García, Francisco Carrasco, Vicente Torres y Miguel Ángel Serrano.

Una ocasión para que, nuevamente, el maestro mayor, José Ramón Espuig, reclamara «aún más implicación para mejorar, dentro de sus posibilidades, que son muchas, la situación de un oficio en horas bajas. El impulso económico, de promoción y de ilusión por su parte se hace imprescindible y urgente», aunque también apeló a la autocrítica y a reconocer que «es nuestra responsabilidad como artistas y como empresas aprender a valorar mejor nuestro trabajo».

Es la fiesta de la reivindicación, que 24 horas antes ya se había apuntado en la gala de primeros premios, en la que el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, anunció el deseo de que, en la próxima clasificación de fallas, aumente la dotación mínima para poder participar en el concurso, como un primer paso para dignificar los presupuestos destinados a falla. Espuig comentó en la fiesta gremial que "la promesa de atención y mejora al barrio de la Ciudad del Artista Fallero se ha quedado estancado, tan sólo con unos pequeños gestos que saben a poco. La falta de un presupuesto definitivo destinado a tal fin se echa de menos".

"Los artistas falleros lo somos por vocación. Es un oficio en el que nunca se acaba de aprender. Pero ahora, los costes superan a los presupuestos, que apenas han subido en años, lo que hace inviable rentabilizar el esfuerzo anual".

Antes había hablado la galardonada. «Tengo claro que las Fallas forman parte de nuestra cultura, forma de ser e identidad como pueblo. Cualquier fiesta puede tener pasacalle, flores, música, danza o indumentaria, pero sólo nuestra fiesta tiene un elemento así de diferenciador. Sois los artistas el principal valor cultural que tiene la ciudad y debemos esforzarnos en poneros en valor. Cuando llegué como concejal de desarrollo económico fuisteis una prioridad» aseguró Sandra Gómez en su discurso. Previamente, los esfuerzos por dar formación empresarial o impulsarla como destino turístico son algunos de los factores por los que el Gremio ha decidido concederle la distinción. En los últimos tres años la han recibido los ediles Fernando Giner y Pere Fuset. «Pero el reconocimiento que nos habeis dado debe servir a todos nosotros de recordatorio de vuestras necesidades».

El "Volem Falla" es un grito al que se sumó la fallera mayor de València, Rocío Gil, quien en uno de los mejores parlamentos de su reinado recordó que "soy la primera que, desde niña, ha disfrutado yendo a ver las fallas y entiendo la importancia que tiene y el papel tan necesrio que tieneis los artistas falleros. Y, si, yo también quiero falla". Casualidad de las casualidades, la prueba de discurso que le correspondió a ella en las pruebas a fallera mayor fue, precisamente, recibir el "Ninot d'or". "Quien me iba a decir que ese sueño se iba a convertir en realidad".

La fiesta sirvió para detalles, como el de demostrar los artistas su versatilidad. El artista José Luis Platero obsequió a las dos falleras mayores con sendas figuras de valenciana, pintadas con los colores de sus respectivos espolines. Una forma de promocionar los productos adyacentes al trabajo artesano.

Artistas de todas las épocas, desde los más veteranos como Jesús Ovejero o José Martínez Mollá, a los más jóvenes, como Iván Tortajada, se reunieron en una celebración con notable concurrencia, con la mirada puesta en el complicado futuro.