Lleva seis años al frente de la SAM como presidente aunque entró a formarse como clarinetista en 1983 y formó parte de la directiva en 2004.
¿Cómo fue tocar con Celtas Cortos?
Impresionante. La gente estaba super ilusionada. Además los componentes de esta banda on increíbles, tuvieron la deferencia de dedicarle el concierto a un compañero recientemente fallecido. Y acabando el concierto nos nombró uno por uno a todos los músicos, y ¡éramos 77!. Es gente encantadora, que desde el primer momento que le s propusimos esta colaboración nos ha dado muchas facilidades.
¿Ha servido como gancho para atraer tanto a nuevos espectadores como a nuevos músicos?
El lunes después del concierto de Celtas Cortos vinieron 16 personas a darse de alta en la SAM y para el año que viene ya tenemos 200 matrículas. Pero este año, además, estamos muy satisfechos con la respuesta de los músicos. Siempre hemos ido un mínimo de 50 personas a todas las actuaciones y ha ayudado mucho que el pueblo haya visto que una banda grande ha participado en todos los actos de las Fiestas, hemos sido muy públicos y creo que eso ha hecho animarse a la gente.
¿Ser socio de la SAM que implica?
Con tan solo una cuota de 15 euros al trimestre, 60 anuales, desde los 3 años hasta la escuela de adultos. Damos la posibilidad de estudiar solfeo e instrumento, con un amplio abanico de profesores.
¿Qué novedades tiene para este curso?
Hemos conseguido crear una orquesta infantil, para niños de 7 a 9 años, gracias a que tenemos 16 alumnos de violín relativamente nuevos, con un par de años de formación. Una oferta que se une a la banda joven, la banda, la orquesta, la coral...
¿En qué puede ayudar la SAM a los niños?
Además del enriquecimiento cultural, siempre es una alternativa profesional que está ahí si le falla su principal opción laboral.
