La noche en Orriols fue más tranquila de lo esperado, al menos en sus últimas horas. El Levante UD anunció el fichaje de Diego Mariño a las 22.33 horas y, acto seguido, comunicó que con la llegada del guardameta gallego se daba por cerrada la plantilla para esta temporada. Nada de llamadas en el último minuto ni rezos para que el fax de la LFP no se estropeara en el momento más inoportuno. Eran otros tiempos.

Así pues, Lucas Alcaraz se quedó sin ese último y pretendido fichaje para reforzar el juego por las bandas, una intención que tenía la dirección deportiva del club y que intentó convertir en realidad hasta ayer por la tarde, cuando se cayeron las principales opciones de las postreras horas del mercado.

Por un lado, el Inter de Milán cerró la puerta de salida de Yuto Nagatomo. El Levante UD presentó una oferta para conseguir la cesión del jugador „con una opción de compra„, a sabiendas de que el nipón tenía escasas probabilidades de disfrutar de minutos este año. En cambio, su alta ficha y la voluntad de Mancini de recuperarlo para la causa neroazzurra „el domingo jugó en la segunda parte„ hicieron imposible la cesión del japonés.

En paralelo, el club se puso en contacto con el FC Barcelona para interesarse por la situación de Álex Grimaldo. El valenciano, de sólo 19 años, juega de lateral izquierdo y también puede desempeñar las funciones de extremo. Actualmente forma parte del filial del club catalán, entrenado por Gerard López. Manolo Salvador, que el pasado fin de semana vio en directo el partido del Barça B ante la Pobla de Mafumet „donde Grimaldo falló un penalti en los últimos minutos„ intentó acordar una cesión del jugador para esta temporada. Sin embargo, el club culer prefirió no debilitar su filial. Además, Grimaldo tiene contrato hasta el próximo mes de junio, lo que complica la posibilidad de plantear una opción de compra, puesto que el jugador será libre en el mes de junio. Toda esa amalgama de circunstancias dificultaron desde un inicio las negociaciones por el valenciano, que no llegaron a cristalizar.

Si a ello se le une el bloqueo del fichaje de Mauricio Cuero debido a la posición dominante del Banfield en la negociación y la decisión de Simeone de retener a Thomas Partey para completar el centro del campo del Atlético, el Levante UD optó por dar por finiquitada la confección de la plantilla a hora y media del cierre del mercado.

Tres porteros

Por tanto, Diego Mariño (Vigo, 1990) se convirtió en el último fichaje granota del verano. El guardameta regresa al Ciutat de València, donde ya se puso los guantes el año pasado en calidad de cedido por el Valladolid, hasta 2018. Pese a que el Levante UD tuvo la opción de repetir su cesión de forma gratuita, a principios de verano la dirección deportiva prefirió que se reincorporase a la disciplina pucelana. Sin embargo, después de la marcha de Javi Jiménez y con Jesús Fernández sin opciones de tener minutos „no convence al cuerpo técnico„, Mariño se erigió en la opción preferida para completar la portería junto a Rubén Martínez, quien parte como titular.

Sin poder hacer efectiva la cláusula liberatoria que Mariño tenía pactada con el Valladolid, el Levante UD ha pagado cerca de 250.000 euros por el traspaso del cancerbero, que será propiedad levantinista las próximas tres temporadas. Mariño ha sido internacional en la Selección Sub-21, se coronó campeón de Europa Sub-21 en 2013 y participó en los Juegos Olímpicos de Londres.