En la terminal de Barajas, de vuelta del Vicente Calderón, el rostro de Rubi era el fiel reflejo de la desolación granota. El técnico del Levante UD está llamado a lograr un reto mayúsculo: resucitar, en cuerpo y alma, a un equipo abocado al descenso. Y en ello está. Porque aunque se especuló con su dimisión después de la derrota ante el Málaga, el catalán continúa inmerso en el desafío de la permanencia. Prueba de ello es que, ya en Valencia, nada más bajar del avión, empezó a visionar el partido ante el Atlético junto a sus ayudantes para preparar el entrenamiento de ayer. Además, su continuidad en el cargo no está cuestionada, por el momento, por el Consejo de Administración del club, que no ha convocado ninguna reunión extraordinaria para analizar la situación deportiva. No obstante, Rubi es consciente de que tiene muchos frentes abiertos que atender y muy poco tiempo para reaccionar.

Liderazgo. La plantilla azulgrana cuenta con cuatro capitanes, veteranos y conocedores de la idiosincrasia de la entidad „Juanfran, Navarro, Pedro López y Casadesús„, pero el equipo carece de un jugador de referencia sobre el césped. Ante el Atlético los galones del brazalete recayeron sobre Verza, uno de los fichajes de este verano y poco habitual en las alineaciones. Con el paso de las jornadas, el peso específico de Juanfran y Navarro se ha diluido y aunque el ambiente en el vestuario es positivo, el equipo carece del carácter de otras temporadas. Además, los canteranos como Iván López, Roger, Rubén, Morales y Camarasa no gozan de la continuidad esperada. Éste último protagonizó un desagradable desencuentro con el entrenador al ser sustituido el sábado tras 18 minutos en el campo.

Eficacia goleadora. Sin duda, uno de los problemas más acuciantes del Levante UD es su sequía goleadora. Con 12 goles en 18 partidos es el equipo menos anotados de la Liga. En los últimos cuatro encuentros, los granotes sólo han perforado la portería rival en una ocasión, ante el Granada, con un remate de Simao Mate en una jugada a balón parado. Ninguno de los cuatro delanteros de la plantilla ha cuajado y nadie se siente titular. Roger y Ghilas ni siquiera se han estrenado en Liga y Casadesús está lesionado. Deyverson, con un rendimiento irregular, no ha justificado todavía la inversión en su traspaso (1,8 millones).

Lesiones. Desde su llegada, Rubi no ha podido disponer de la plantilla al completo. La enfermería ha estado siempre ocupada. En las últimas semanas, Casadesús, Nikos, David Navarro, Juanfran han tenido que quedarse fuera de las convocatorias. El sábado le tocó a José Mari. A falta de conocer con exactitud el alcance de la lesión „hoy el andaluz se someterá a pruebas médicas„ el futbolista está prácticamente seguro de que sufre una pequeña rotura muscular que le mantendrá en el dique seco unas semanas.

El esquema. La identidad futbolística del equipo se ha desvanecido. De la versión ofensiva del Levante UD que se vio en Mestalla en el primer partido de la era Rubi, toda una revolución respecto a la etapa de Lucas Alcaraz, queda muy poco. A base de resultados negativos, el conjunto azulgrana se ha vuelto más firme en defensa „cuatro de los seis partidos que ha perdido han sido por la mínima„, pero ha ha desaparecido la presencia en el área rival. Los constantes cambios tácticos, del 1-4-5-1 al 1-4-4-2, han difuminado la identidad del grupo.

Cohesión social. A diferencia de lo que sucedió en la temporada 2010-211, cuando se fraguó una remontada imposible con Luis García en el banquillo, la cohesión social levantinista no atraviesa su mejor momento. La oferta de Robert Sarver para comprar el club en verano abrió heridas entre diversos estamentos del club que no han cicatrizado y la marcha del equipo no ha ayudado a disolver la sombra del inversor norteamericano. La Delegación de Peñas se reúne esta tarde para estudiar acciones de animación antes del partido contra el Rayo Vallecano. Sin embargo, el nivel de ilusión de la grada está bajo mínimos.

El mercado. Mauricio Cuero podrá jugar a partir de la próxima jornada, pero la dirección deportiva tiene asumido que hará falta incorporar jugadores de corte ofensivo. Manolo Salvador trabaja en ello, pero fichar futbolistas de nivel en enero es mucho más difícil que en verano. Además, después del desembolso en agosto por Deyverson y Trujillo (un millón), sumado al de Cuero (3,2 millones), el margen de maniobra se ha reducido. En la caja hay poco más de dos millones para completar la plantilla, en la que podría haber salidas.

El calendario. La segunda vuelta del campeonato no será sencilla para el Levante UD. Los clubes que aspiran a pelear por la Liga „Barcelona, Atlético y Real Madrid„ visitarán el Ciutat de València, como el Valencia y el Athletic. Asimismo, durante las primeras jornadas de esta segunda manga, los de Orriols jugarán en Balaídos y el Pizjuán. Estadios en los que Levante UD ya no puede fallar si quiere seguir vivo en la lucha por la salvación, ahora a una distancia de cinco puntos.