Decir que los alcaldes desfilan por el juzgado de Dénia sería exagerar. Pero una procesión sí es. Va por dentro. Los alcaldes de Xàbia, José Chulvi, del PSPV, y de Benissa, Abel Cardona, de Reiniciem, acudirán hoy al juzgado en calidad de investigados (antes imputados). Chulvi está citado por la denuncia presentada contra él por Ciudadanos por fraccionar supuestamente contratos en trabajos y servicios que suben a 521.000 euros. Cardona comparece por la denuncia presentada por el sindicato Csif, que luego hizo suya la Fiscalía de Alicante; le acusan de presunta prevaricación continuada por no expedientar a un policía que prestó un uniforme a un amigo para disfrazarse en las fiestas.

Los dos munícipes confían en que estas denuncias se archiven cuanto antes. Aclaran, en cualquier caso, que son asuntos administrativos y no existe ni un atisbo de sospecha de corrupción. Pero también temen que la cosa se alargue y se vean en un calvario judicial como el que pasó el ya exalcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri.

Y un tercer alcalde también acudirá al juzgado, pero como testigo. El de Jesús Pobre, Javier Scotto, quien también es edil de Seguridad Ciudadana en Dénia. En este caso, testificará por la ampliación de denuncia al policía local que profirió insultos homófobos contra él.